Lería (Soria)

A 1145 metros de altitud en el barranco de Lería sobre una explanada con ligera inclinación se sitúa el pueblo del mismo nombre.
Perteneció al ayuntamiento de La Vega hasta los años 60 en que ambos pasaron a depender del ayuntamiento de Yanguas.
Alrededor de veinte casas llegaron a formar el pueblo de Lería pero a mediados del siglo XX ya solo quedaban una decena habitadas.
La luz eléctrica que llegó en el año 1958 y alguna maquina aventadora para facilitar la tarea de la trilla fueron los mayores adelantos que llegaron a Lería.
Nunca conoció camino alguno para vehículos, solo andando o en caballería se podía llegar a este solitario y aislado lugar enclavado al norte de la provincia soriana, en los mismos límites con La Rioja.
Durísimos inviernos los que soportaban los habitantes de Lería, quedándose incomunicados con frecuencia debido a las abundantes nevadas que caían en la zona. Con estepas gordas y leña de encina combatían el rigor invernal al calor de la lumbre.

Trigo, centeno, cebada y avena era lo que sembraban principalmente en sus tierras de cultivo. Para moler el grano se desplazaban indistintamente al molino del tío Matías y la tía Ramona situado en la carretera de Yanguas a Arnedo o bien al molino de Peñas Blancas en las cercanías de Yanguas.
La ganadería estaba conformada por ovejas y cabras. Corderos que se vendían a los carniceros de Yanguas y Enciso.

Hubo cura residente en Lería en los primeros años del siglo XX, en la persona de Don Gabriel.
En los últimos años venía el cura de Yanguas a oficiar misa cada dos domingos.
De Yanguas también llegaba el médico en caso de extrema necesidad. En caso contrario les tocaba bajar al enfermo a lomos de alguna caballería.
El cartero residía en La Vega. Recogía la correspondencia en Yanguas y la repartía en su pueblo y en Leria.

San Juan Bautista era el patrón de Lería al que celebraban fiesta el 24 de junio con una duración de tres días. Los músicos de Yanguas son los que solían amenizar el baile casi todos los años. En alguna ocasión que no hubo músicos recurrieron al tambor de Indalecio Martínez (tamborilero que acompañaba en ocasiones a Santos, el gaitero de Garranzo a tocar en las fiestas de algunos pueblos).
El baile se realizaba en una era y cuando el tiempo lo impedía en el interior de la escuela.
Cobraban mucha importancia las deliciosas rosquillas que hacían las mujeres leríanas para fechas tan señaladas.
De Yanguas, La Vega, La Escurquilla y Rabanera solía acudir la juventud a participar en estas fiestas.
Muy importantes también por el sentido religioso eran las fiestas de Semana Santa y el Corpus.

Pocos entretenimientos había para la gente joven como no fuera jugar a la brisca y al tute en días festivos o acudir a las fiestas de los pueblos cercanos como eran las de Yanguas, La Vega, La Escurquilla o Las Ruedas de Enciso.

Para realizar compras se desplazaban a Yanguas a hora y media de camino y los domingos aprovechaban para ir hasta el pueblo riojano de Enciso donde se celebraba un concurrido mercado, ocasión que aprovechaban para la compra-venta de productos, que la mayoría de las veces se realizaba mediante trueque o intercambio.
Vendedores ambulantes de Yanguas y Arnedo aparecían de cuando en cuando por Lería, como era el señor Cipriano, arnedano que se desplazaba con un burro y que vendía prácticamente de todo. Con estos vendedores también se hacía mucho uso del trueque.
Una hora empleaban en bajar hasta la carretera para coger el coche de línea que hacía el recorrido Soria-Calahorra.

Como datos anecdóticos para la historia de Lería queda el nombre de don Florentino Merino Martínez como el último alcalde que tuvo el pueblo (anteriormente había sido juez de paz).
Como también quedara reflejado el último matrimonio que se celebró en Lería a cargo de don Cecilio Ochoa y doña Alejandra Merino (hija del anteriormente citado alcalde). Hecho que ocurrió en el año 1954/55.

A principios del siglo XX Lería superaba los cien habitantes pero hacía 1950 se habían reducido a la mitad y en 1960 permanecían solo treinta personas en el pueblo. El declive poblacional abocaba a la emigración total de los que aún vivían allí.
Las malas comunicaciones, la falta de servicios, la dureza del clima y las ganas de buscar una mejor calidad de vida hizo que los leríanos dejaran el pueblo vacío a últimos de los 60. Se marcharon principalmente al País Vasco, Cataluña y Madrid.
Las familias de Florentino Merino, Doroteo Lafuente e Indalecio Martínez fueron las últimas en marchar de Leria.

Informante: Antigua vecina de Leria (Conversación mantenida por correo electrónico por medio de terceras personas).

Visitas realizadas en octubre de 1996 y mayo de 2014.

PUBLICADO POR FAUSTINO CALDERÓN.

Punto y aparte. Después de haber visitado por la mañana el despoblado riojano de Valdevigas encamino mis pasos hacía Lería. Es mi segunda visita a este solitario y olvidado pueblo de las Tierras Altas. Poca gente debe visitarlo porque Lería no está cerca de ninguna carretera ni en ninguna ruta senderista, ni hay letrero alguno para indicar por donde se llega. El que va a este pueblo va sabiendo a donde va, no se lo encuentra por casualidad. Corrobora lo expuesto de ser muy poco transitado las escasísimas reseñas que hay en internet sobre esta aislada población. La tarde como primaveral que es se presenta fresca, después del diluvio padecido por la mañana en Valdevigas temo que por la tarde se repita en Lería, aunque por aquí también ha caído con ganas a tenor de la humedad que transpira la vegetación y los numerosos charcos que se ven por el camino. Después de la subida inicial el camino se vuelve llano antes de descender a Lería. El pueblo ya se divisa desde lo alto con sus característicos tejados rojos. Bonita panorámica, el pueblo se encuentra en un barranco pero está en llano. Veo que poco ha cambiado desde mi primera visita, al menos lo que se ve desde lejos. Impresión que se confirma cuando llego al pueblo. La iglesia casi impenetrable por la circundante vegetación, la escuela lo primero que aparece al llegar, la plaza con su fuente y la maravillosa calle principal de Lería. Todo sigue igual. En la plaza mucha vegetación, además es difícil andar por la parte más baja porque el suelo recubierto de verde se ha convertido en una piscina de tanto que ha llovido. Mis pies se hunden por encima de los tobillos así que no puedo seguir por esa parte. De la plaza para arriba tampoco se puede ir. La vegetación lo impide, aparte de que por ese lado las edificaciones están en peor estado. Encamino mis pasos hacía esa preciosidad de calle principal y casi única. Una de las más bonitas que haya visto en todos los deshabitados. Va desde la plaza hasta la parte baja, hacía las eras. Una delicia sumergirte en este túnel del tiempo donde casas en hilera a ambos lados flanquean el recorrido. No hay salidas intermedias. Edificaciones todavía en buen estado en lo que se refiere al exterior (otra cosa distinta es el interior). A mitad de calle una fachada se ha derrumbado (con el tiempo les tocará a otras). Miro, observo y fotografío. Fenomenal y atractiva. Me hubiera encantado ver por una ventanita del túnel del tiempo el acontecer diario de esta calle en plenitud de gente. Entrar y salir. Vida dentro y fuera. De par en par en verano y cerradas a cal y canto en lo más crudo del invierno. Si es preciosa ahora que está en estado ruinoso ¡cuánta belleza arquitectónica se concentraría aquí cuando estuviera en buen estado! Aunque entiendo que los visitantes lo vemos ahora todo como algo idílico, pero otra cosa era vivir aquí. Llego hasta la parte baja, el transformador de la luz marca el final de las construcciones. Desde aquí en vertiginoso descenso si se pudiera rodar se llegaría en seguida a la carretera y a la ribera del Cidacos. Vuelvo a retomar la calle ahora en sentido ascendente. Otra perspectiva. No sabría decantarme por cual es más bonita, si en sentido descendente o ascendente. Difícil dilema ante tanta hermosura de ruinas. Todavía hay gente que dice que las ruinas no son bonitas. ¡Eso es que no han visto la calle de Lería! La saboreo sin prisas aunque la tarde está empezando a caer y aún tengo un buen tramo de caminar hasta donde tengo el coche. Pero... qué más da si se me hace de noche antes de llegar al vehículo. Tengo que disfrutar del momento porque no sé cuando volveré a visitar este singular y atractivo despoblado. Al final la lluvia no ha hecho acto de aparición. Salgo ya del pueblo y dejo a las vacas que hay en los pastos cercanos al pueblo como guardianas del silencio y de la tranquilidad en que se halla sumergido Lería.


Lería en 1996. Poco ha cambiado en casi veinte años. La diferencia más perceptible es en los tejados.



Llegando a Lería.




La iglesia parroquial de San Juan Bautista. Queda en un costado antes de entrar al pueblo. Es tal la vegetación de todo tipo que la rodea y la avasalla que solo la torre a duras penas logra asomar levemente.



Acceso al templo. Sencillez. Pobreza arquitectónica. Tres vigas de madera hacen las veces de arco.



Interior de la iglesia. Sin cubierta. La vegetación es la dueña.



Torre-campanario. Todavía conserva el tejadillo. Dos vanos para las campanas.



Entrando al núcleo urbano de Lería. La escuela a la izquierda. Arriba estaba la casa del maestro. Don Agustín era el que impartía enseñanza en los años 40. Alrededor de una quincena de niños asistían a ella.



Entrando a la plaza. La vegetación crece a sus anchas.




La plaza de Lería. Apenas visible el empedrado. La primavera radiante muestra su colorido en la vegetación. La fuente casi tapada.




La fuente. La vegetación y los poco estéticos abrevaderos de nuevo cuño no dejan apreciarla en todo su esplendor.



Edificaciones en la plaza.




Viviendas leríanas.




Comienzo de la calle principal de Lería en sentido descendente.



Amplio tramo de la calle en sentido descendente. Belleza manifiesta.



A mitad de calle una fachada se ha derrumbado formando una especie de barricada.



Tramo final de la calle en sentido descendente. La sierra de San Cristóbal al fondo.



Transformador de la luz, situado en la parte baja del pueblo. Lo tuvieron que subir los vecinos hasta el pueblo por sus propios medios. La operación total costó 42.000 pesetas. Lo sufragaron con lo obtenido de la venta de madera de chopos y de encina.



Viviendas esquineras cerrando/empezando la calle. Disparidad de criterios a la hora de abrir los vanos de puertas y ventanas. Mientras que la de la izquierda apenas muestra un par de ventanucos en la fachada, la de la derecha expone con gran profusión puertas y ventanas.



Comienzo de la calle en sentido ascendente. Buen trabajo de la piedra. Las mejores para reforzar las esquinas. Belleza hacía el fondo.



Maravillosa conjugación lineal de fachadas. Horizontalidad en puertas y ventanas.



Tramo final de calle en sentido ascendente.




Patio interior que forman un grupo de edificaciones.




Hilera de fachadas de las viviendas por su parte trasera.

31 comentarios:

  1. No podías haberlo echo mejor !!!!!
    He vivido como si estuviese ahí en primera persona tu relato.
    Simplemente. Gracias

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    1. Bueno Pedro me siento halagado por tus palabras.
      Me alegra que te haya gustado.
      Gracias por dejar tu comentario.
      Saludos.

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  2. Hola de nuevo,Faustino,en primer lugar felicitarte ese nuevo año así como desearte lo mejor de el,viendo tus imágenes y leyendo tu siempre extenso y detallado relato sobre el tema en cuestión, me acuerdo de que cerca estuve de esta bella aldea sin saberlo cuando estuve hace un par de años por la rioja visitando Las Ruedas de Enciso,me gusta ver en las fotos que aún se conservan las viviendas en bastante buén estado,por lo menos la parte exterior de las mismas,como siempre,una pena que pueblos antaños llenos de vida hoy permanezcan abandonados y en el olvido,gracias Faustino por recordárnoslo con tus imágenes y relatos,un abrazo

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    1. Hola Roberto. Gracias por tus felicitaciones, los mismos deseos para ti.
      Pues si, pasaste bien cerca de Lería cuando estuviste en Las Ruedas pero no hay camino directo ni ningún tipo de indicador para llegar, así que hay que ir sabiendo donde esta. En otra ocasión que vayas por la zona tendrás la oportunidad de visitarlo.
      Es una pena que pueblos como Lería se quedaran deshabitados pero se daban todos los condicionantes para ello. No era fácil la vida en este lugar.
      Como son casas de gruesa piedra de buena calidad todavía están resistiendo bien el paso del tiempo. No ha habido un expolio apabullante de las tejas por lo que los edificios conservan su estructura.
      Un abrazo.

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  3. Llama la atención el buen estado de los tejados. Están casi igual que en 1996. Mientras los tejados aguanten, el resto de la casa se mantendrá.
    De estudiante leí un libro titulado "La sierra del Alba" que narraba una visita a varios pueblos de la provincia de Soria, que estaban deshabitados o en declive. Creo que desde entonces me gustan estos lugares.

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    1. No he llegado a leer este libro aunque varias personas me han hablado bien de él.
      Buen síntoma es que te aficionaras a visitar estos lugares a consecuencia de la lectura de un libro.
      Saludos.

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  4. Bueno Faustino veo que has vuelto a mi tierra y que mejor pueblo que Leria;tienes razón:Leria esde esos pueblos que te dicen "algo",donde se respira una paz y un silencioque se escuchan en pocos sitios..y la vista desde arriba impresionante...en una ocasión se me ocurrió bajar por el antiguo camino y a poco me mato..la excursión siempre merece la pena.Un abrazo

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    1. No es que haya vuelto exactamente a Tierras Altas recientemente, la visita a Lería es de los mismos días que las de Acrijos y Fuentebella lo que pasa es que por no encontrar informantes no había podido hacer un reportaje en condiciones sobre este pueblo hasta ahora.
      Si señor, amigo Blas, Lería transmite muy buenas sensaciones.
      Silencio, soledad, tranquilidad, relajación, sosiego...
      Me recuerda un poco en ese sentido a Antoñanzas. Olvidados y poco frecuentados.
      Ya tendría que ser guapa la ruta a través del antiguo camino.
      Un abrazo.

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  5. Hola, gracias por el reportaje, es muy bonito. Sobre todo, lo pueblos de la sierra de soria, tienen un encanto especial. Sus calles, es vegetación que parece un vergel, pero seguramente los cereales que se plantaban no daban un fruto tan ubérrimo.
    Hablando de otra cosa,&Coma es posible que estos pueblos sufriera un expolio tam brutal cuando andaba tanto guardia civil por os caminos

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    1. Me alegra que te guste.
      Coincido contigo en la belleza de los deshabitados de esta zona soriana-riojana.
      Los ladrones siempre han jugado al gato y al ratón con los policías.
      En los años del expolio la guardia civil ya no andaba tanto por los caminos.
      Pueblo que se quedaba sin gente pueblo que ya no tenían obligación de visitar.
      Saludos.

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  6. Hola Faustino. Te felicito por tu maravilloso reportaje, haces que llegemos a notar en nuestros pies esa salvaje vegetación que crece indomable y los silencios de esas calles y casas ahora desabitadas.
    Que bonita esa calle principal con sus sólidas casas de piedra, que pena que sitios tan hermosos se queden deshabitados.
    Es otro de los pueblos que como el mío (Pardos) si hubiese tenido una carretera que facilitara las comunicaciones, es posible que no estuviera deshabitado. Por otra parte una vez deshabitado si se ha librado del brutal expolio seguro que ha sido debido a sus malas comunicaciones.
    Saludos. Un abrazo Faustino

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    1. Hola Mariano. Muchas gracias por tus felicitaciones.
      Muy bonita la calle principal de Lería. El buen trabajo de la piedra se manifiesta en toda su magnitud. Son ocasiones contadas de ver y admirar la arquitectura tradicional que se daba en la zona.
      No se si la carretera habría salvado a Lería, había otros factores además de este que empujaron a sus gentes a marchar. Esta zona soriana fue duramente castigada con la despoblación. Son multitud los pueblos que perdieron toda su población, alguno de ellos con carretera de acceso.
      Pero si es verdad que si hubiera habido una carretera ahora serviría para que alguno de los que se fueron o sus descendientes hicieran renacer la vida en Lería aunque fuera solo en temporadas veraniegas.
      Así es, con precarios accesos el expolio en aquellos años era más difícil. Aun así lo hubo y en abundancia, más que nada en los interiores de las casas, no tanto en el exterior.
      Un abrazo.

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  7. Cuando estaban en todo su esplendor debían ser unas casas muy acogedoras, a pesar del riguroso invierno, las casas de piedra, son para mi muy bellas y especiales. Gracias Faustino por compartir estas historias de un pasado reciente.

    Que tengas un feliz año.

    Un abrazo.

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    1. Eran casas construidas para combatir los recios inviernos que se daban en estas comarcas. Gruesas paredes de piedra con pequeñas ventanas para no dejar pasar el frío.
      A mi también me encantan las viviendas de piedra y en especial las de esta zona, norte de Soria-sur de La Rioja. Ello hace que a pesar de la ruina veamos unos conjuntos urbanos muy atractivos.
      Los mismos deseos para ti Conchi.
      Un abrazo.

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  8. Ya que comentas que está cerca de La Rioja, he tomado nota, para ver si el próximo verano nos acercamos a conocerlo.
    Ya te comentaré algo si lo vistamos
    Saludos

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    1. Tan cerca esta de La Rioja que es el pueblo situado más al norte de la provincia de Soria, apenas dos o tres kilómetros le separan del limite provincial.
      No dejéis de visitarlo cuando tengáis ocasión que os va a sorprender.
      Saludos.

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  9. Me ha gustado el pasaje de la lluvia amarilla, es muy bonito, pero muy triste.
    Tu crees que solo fue la falta de comodidades, pueblos en altura, el clima, tierras poco productivas o hubo algo mas, mas callado, mas soterrada. Yo, creo que si.

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  10. Muy interesante tu blog. Me encanta visitar pueblos antiguos e imaginar la vida que había antaño. Que puedas recopilar información de los últimos habitantes de estos pueblos me parece admirable.

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    1. En estos lugares la imaginación hace un trabajo imprescindible. Con ella podemos ver in situ "un documental" (pero sin actores presentes) de como transcurría un día cualquiera en la vida del pueblo.
      Gracias Ser por dejar tu comentario.
      Saludos.

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  11. Faustino en primer lugar darte la enhorabuena por la magnífica web que tienes; a muchos "enamorados" de los pueblos abandonados nos sirve de guía y asimismo de mapa didáctico de la despoblación en España.
    Por otra parte indicarte otro pueblo despoblado (!otro pueblo!) parece insignificante esta afirmación con la gran cantidad de despoblados que tu bien conoces. Se trata de "Las Dueñas"; entre las provincias de Teruel y Valencia. En medio de la nada y con sólo la torre de la iglesia en pie; aunque este aspecto actual no fue siempre así; pues llegó a albergar sobre cien almas. Se tarda en llegar andando ( quizás en todoterreno se llege bien) sobre tres horas o 25 kilómetros entre ida y vuelta. Pero una vez allí es de una belleza sobrecogedora. Un saludo y gracias por mostrarnos a través de tu estupenda web la "memoria" de unos pueblos que un día estuvieron vivos. Buenas noches.

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    1. Tuve ocasión de visitar Las Dueñas en los años 90 tras una larga caminata (como bien dices) desde Arcos de las Salinas.
      Estaba ya muy machacado en aquellos años (ahora por lo que he visto en alguna fotografía reciente esta bastante peor) pero coincido contigo en tus sensaciones sobre este olvidado lugar.
      Una belleza sobrecogedora, perfecta definición.
      En aquellos años que fui como no había internet ni mucho menos pensaba que podría hacer un día este blog pues apenas le hice unas pocas fotografías y no me preocupé mucho de indagar sobre su historia pasada.
      Espero hacerle una visita lo más pronto que pueda e incorporarlo al blog.
      Me alegra saber que esta pagina te pueda servir de guía y de información sobre la inmensa cantidad de deshabitados que tenemos en España.
      Gracias M.José por tu felicitación, por la reseña sobre Las Dueñas y por todo el comentario en general.
      Un cordial saludo.

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  12. Gran descubrimiento tu blog. Muy completo y currado. Me iré pasando por aquí para descubrir todos los pueblos abandonados que has ido recopilando. Por cierto, veo que de Madrid tienes solo dos. No sé si conoces Polvoranca, un pueblo abandonado que está en el término municipal de Leganes, en un parque que comparten Leganes, Alcorcón, y Fuenlabrada. Pequeño, ya casi perdido, pero con una historia tremebunda.

    Un saludo

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    1. Bueno Carlos me alegro que hayas hecho un gran descubrimiento en este blog.
      No conozco personalmente Polvoranca, solo alguna referencia de cosas sueltas que he leído.
      Me parece que este pueblo no encajaría bien en mi trabajo porque la despoblación del lugar se pierde en el infinito. No habrá ya seguramente personas con vida de las que un día vivieron allí.
      Saludos.

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    2. Hola Faustino, soy Mario, nieto de Gerónimo Merino Martínez que emigró a Catalunya, concretamente a Blanes, también su hermana Bernardina. Creo recordar que mi abuelo decía que su padre Pedro fue alcalde de Lería también. No sabía que su hermano Florentino fue alcalde. Si no recuerdo mal me parece que Florentino emigró a Bilbao.
      Me ha emocionado mucho este artículo y conocer un poco más de mis antepasados. He visitado Rabanera de Cameros, el pueblo de mi abuela. Sin duda cuando vuelva a La Rioja de nuevo haré por llegar a Lería. Muchas gracias por tu artículo.
      Un saludo.

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    3. Hola Mario. Hay ocasiones en que descubrimos por casualidad hechos que atañen a nuestros antepasados, como es el caso de los diferentes alcaldes que tuvo Leria.
      Buena señal es que te hayas emocionado leyendo el reportaje, no en vano tienes un vinculo sentimental con este pueblo, en donde están parte de tus raíces.
      Cuando vuelvas por la zona intenta visitar Leria. Te sorprenderá.
      Gracias por dejar tu comentario.
      Un cordial saludo.

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  13. saludos Faustino buen Reportaje desde la 115 subiendo hacia yanguas hay un paso con una caddena hay un molino que segun pude saber era donde bajaban a moler el trigolos vecinos de leria saludos jesus autol

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    1. Gracias Jesús. Por medio de tus indagaciones ya se puede saber algo más sobre éste pueblo de Leria.
      Un cordial saludo.

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  14. Precioso reportaje como siempre faustino que nos hace viajar en el tiempo

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  15. Hola
    Sensacional reportaje, y unas fotos estupendas.
    Estuve hace unos años, y las fotos me lo han recordado.
    Muchas gracias por tu trabajo
    Un saludo
    Arturo Leria

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    1. Muchas gracias por tu comentario Arturo.
      Me alegra que te haya gustado el reportaje sobre Leria.
      Un cordial saludo.

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  16. He estado esta mañana visitando La Vega y contemplando la buena conservación y cuidado que tiene dicho pueblo. Posteriormente me he puesto en camino hacía el precioso despoblado de Lería y me he dado cuenta que esta realmente cambiado respecto a las imágenes que has enseñado, esta todo con vegetación lo que hace que adentrarse en las casas sea totalmente imposibles, y para el colmo las calles que no están con arbustos están encharcadas.

    De todos modos ha merecido la pena esta ruta, aunque hay que decir que he pasado bastante calor.

    Me ha encantado tu reportaje.
    Un buen saludo

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