El tercero de los pueblos sacrificado por la construcción del pantano de Yesa fue el precioso pueblo de Esco (los otros dos son Tiermas y Ruesta), era el más pequeño de los tres pero fue el único que nunca ha llegado a quedarse completamente despoblado. De una casa siempre ha salido humo por la chimenea en los fríos días de invierno para enseñar a todos los que pasan a toda prisa por la carretera que Esco aunque ha estado agonizando durante muchos años no ha llegado a morir nunca, por lo menos en lo que se refiere a presencia humana.
Se presenta este pueblo de Esco en forma de media luna apoyado en un cerro denominado el Calvario. Formado por dos barrios (Alto y Bajo), se distribuyen sus 60 casas en tres calles (Baja, Media y Alta).
Buenas tierras de cultivo tuvieron a la vera del río Aragón (donde hoy se encuentran las aguas del embalse), dedicadas a cosechas de regadío como eran alubias, patatas, berzas, acelgas, tomates, etc. quedando las tierras más alejadas del río para el cultivo de secano (cebada, trigo y avena principalmente), mientras que los montes situados por encima del pueblo eran para el pastoreo de las ovejas, cabras y vacas.
Era un pueblo que gozaba de autosuficiencia, debido a los buenos productos que arrancaban a la tierra y a la calidad de la carne que criaban, donde no faltaba el cerdo, conejos, pollos y palomas, se consumía también carne de cordero que vendían las gentes que tenían ovejas y en menor medida carne de ternera que era más difícil de conseguir. Había una casa donde vendían pescado (casa Pellón) y otra donde estaba la tienda del pueblo (casa Tiopedro) y se podía adquirir un poco de todo en general, incluso hacían pan los de esta casa para la venta cuando la gente dejó de hacer su propio pan en los hornos que había en cada casa.
Además tenían dos bares, aunque en tiempos anteriores llegó a haber hasta cuatro.
A partir de los años 50, debido a la buena comunicación de autobuses que había en la carretera se desplazaban a Sangüesa a realizar las compras de más envergadura y a proveerse de plantas para los huertos.
Contaron con luz eléctrica en las casas desde antes de la guerra, proveniente de una pequeña central que había en Tiermas. A principio de los años 50 hubo una riada que se llevó la central por delante y tuvieron que volver a la luz de los carburos, hasta que sobre el año 57 se hizo un transformador para traer la luz desde Jaca.
No fue el mismo caso para el agua. Hubo un proyecto de llevar el agua hasta la entrada del pueblo, pero como quiera que el pueblo estaba sentenciado no se llevo adelante. El agua se traía en cántaros transportados en onganetas (cestos de mimbre), bien fuera en caballos o en burros. En las casas había tinajas de barro de unos ciento cincuenta litros y allí se almacenaba.
Hubo cura residente en Esco hasta el año 1950, a partir de entonces fue el de Sigüés el que venía a oficiar los oficios religiosos. También hubo siempre maestro y maestra residiendo en el pueblo, a partir del año 63 cuando ya había pocos niños en edad escolar, la escuela se hizo mixta y solo había maestra.
El cartero también residía en el pueblo, lo mismo que el herrero.
El médico venia desde Tiermas, lo mismo que el veterinario, en los últimos años ya el primero venia de Sigüés mientras que el segundo lo hacía desde Salvatierra de Esca.
Las fiestas patronales se celebraban el día de San Miguel (29 de septiembre), pero como era época de mucho trabajo con el ganado se cambiaron de fecha a principios del siglo XX, pasando a ser el día 30 de noviembre, para San Andrés.
Fiestas muy animadas, donde no faltaba el baile que se hacía en un salón de Casa Marcelo, amenizado bien por músicos del pueblo o bien por orquestas provenientes de otros pueblos, como eran los músicos de Lumbier.
No faltaban tampoco las rondas, donde los mozos tocando la guitarra y la bandurria cantaban jotas a las puertas de las casas y la comitiva recogía viandas que les ofrecían en cada casa (huevos, tocino, longaniza, etc.) con lo que realizaban una cena. Las mozas hacían chocolate para merendar y los más trasnochadores solían juntarse de madrugada, ya acabado el baile a comer unas migas hechas en el momento.
Cada 8 de septiembre, día de la Natividad de la Virgen había costumbre de realizar una procesión a la ermita de la Virgen de las Viñas, distante unos 800 metros del pueblo, procesión que se repetía el último día de la Ascensión.
Los entretenimientos eran los propios de esa época, en los pocos ratos libres que había, los hombres iban a echar un trago de vino y jugar a las cartas en los bares, los mozos y mozas organizaban baile los domingos, se recurría a Judas (Matías Figoli) que tocaba la bandurria y a Rebolé que tocaba el violín, junto con algún mozo que trasteaba un poco la guitarra y ya tenían la orquesta. Cada mozo aportaba lo que podía y con eso pagaban a los músicos y hacían una merienda.
A pesar de la apacible vida del pueblo, la espada de Damocles ya pendía sobre Esco, puesto que desde 1930 ya estaba en marcha el proyecto de realizar el pantano, se les advirtió a los vecinos que no realizaran mejoras en las viviendas que no se las iban a pagar. A primeros de los años 50 se expropiaron las tierras más fértiles, que estaban junto al río, con lo que quitaron a las gentes su principal medio de sustento. En la ley de expropiación forzosa de 1953, incluyeron una cláusula en la que permitían que los expropiados pudieran pedir que se les expropiara otros bienes para sacar algún dinero y poder empezar de nuevo en otro lugar, puesto que las tierras inundadas no se pagaron a precio de oro, con lo cual no solo se quedaban sin su medio de vida de siempre sino que además no conseguían suficiente dinero para empezar una nueva vida en otro lugar. Se les animó a que el ayuntamiento pidiera la expropiación del pueblo, diciendo que si alguno quería volver podía hacerlo cuando quisiera, pero la realidad fue otra.
"Ya en 1978 solicitamos la reversión de la casa con mi abuelo y la respuesta fue el NO rotundo porque dicen que la expropiación fue voluntaria. Con posterioridad en 1998 inicié un contencioso contra la CHE y en 2006 el Tribunal Superior de Justicia de Aragón me dio respuesta negativa y por consejo del abogado no recurrí al Tribunal Supremo (si me hubiera tocado la lotería, de verdad que aún estaría pleiteando).
De siempre nos han indicado la prohibición de entrar en las casas y de ahí la frustración de no haber podido hacer nada legal para mantenerlas".
JOSÉ LUIS CLEMENTE.
Una decisión traumática para los pelaos (apodo con el que se conocía a los habitantes de Esco), el tener que dejar atrás toda una vida y unas raíces que se quedarían para siempre enterradas con la marcha de los vecinos.
"Yo muchas veces le comentaba a mi padre el porqué de no haber plantado cara. Las respuestas estaban claras: Eran otros tiempos, si se hubieran opuesto habrían mandado a la guardia civil a desalojarlos, simplemente hicieron lo que les aconsejaron, además les inculcaron que tenían que salir del pueblo para darles una vida mejor a sus hijos, en lo tocante a este tema ¿qué padre no se sacrifica por sus hijos? Así que la inmensa mayoría hizo lo que les dijeron, obrando de buena fe, y optaron por la salida, la gente fue marchando escalonadamente en cuanto pudieron hacerse con otra propiedad, puesto que les habían animado a salir diciéndoles que si alguno se arrepentía podía volver cuando quisieran, cosa que los posteriores dirigentes de la CHE no tuvieron en cuenta".
JOSÉ LUIS CLEMENTE.
A mediados de los años 60 había mermado mucho la población, pero aún en 1965 hubo un nacimiento en Esco, como fue el de Marisa Sánchez de Casa Cantón, la cual fue la última nacida en el pueblo.
También en el año 1965 hubo un hecho anecdótico, como fue el del primer coche que hubo en Esco, un Seat 850 propiedad de Mario Sánchez y María Momó de Casa Tiopedro.
Así las cosas, siguió viviendo gente en Esco hasta la década de los 70. Los pelaos marcharon en su mayoría a Pamplona y Zaragoza, algunas familias a San Sebastián, y alguna otra a Barbastro, Reus y Madrid.
Solamente Félix Guallar con su familia optaron por quedarse en el pueblo. Como tenían ovejas que era su medio de vida no quisieron marchar, Félix era originario de Casa Buyero pero al quedarse solos en el pueblo optaron por trasladarse a vivir a Casa Guallar, que reunía mejores condiciones. Félix falleció en 2010 pero tres de sus hijos (Félix, Baltasar y Evaristo) han continuado con el ganado y siguen dando presencia humana diariamente por las calles de Esco.
Los antiguos vecinos y sus descendientes solicitaron en algunos casos la reversión de las casas, a lo que no se les ha hecho ningún caso, lo que unido al deterioro acelerado que estaban llevando las casas y el patrimonio del pueblo, hizo que se organizaran y en 1999 crearon la Asociación pro reconstrucción de Esco, consiguiendo rehabilitar la ermita de la Virgen de las Viñas que se encontraba en ruinas, así como el cementerio y velar por los intereses del pueblo, como pudiera ser una recuperación y reconstrucción de los edificios, además de rescatar e impulsar las costumbres y tradiciones que había en el pueblo.
Para todo ello han creado una página web con toda la historia del pueblo, un blog, unos cuadernos con toda la toponimia de Esco y publican periódicamente el Heraldo de Esco (muy interesante esta publicación) donde dan cuenta de todas las actividades de la asociación, retazos de la historia del pueblo y todo tipo de noticias que están relacionadas con el pueblo.
Los escotanos que se fueron y sus descendientes se reúnen cada año el día 1 de mayo, donde celebran un día de confraternización, hacen una misa en la ermita, una comida campestre y otras actividades culturales y de entretenimiento, todo ello para que no se pierda la memoria y las raíces de Esco.
Agradecimiento extraordinario para José Luis Clemente, fundador de la Asociación pro reconstrucción de Esco, por su colaboración incondicional en la elaboración de este reportaje.
Para saber más sobre Esco, imprescindible visita a la página: http://www.deesco.org/
Visitas realizadas en diciembre de 1991, abril de 1996, mayo de 2009, octubre de 2011, mayo de 2014 y mayo de 2017.
PUBLICADO POR FAUSTINO CALDERÓN.
Calle Baja. En primer término Casa Mariano Rita y Casa Zamborán, al fondo Casa Navarro.
Calle Baja. De izquierda a derecha:
Casa el Maestro. El abuelo de esta casa fue maestro y secretario de Esco. Se marcharon a Pamplona antes de 1960.
Casa Blas del Arrendador. Vivía en ella el tío Blas, soltero y que vivía solo. Murió hacia el año 1964.
Casa el Americano. Era la única casa del pueblo que tenia retrete.
Casa la Caminera o Aja. Se marcharon a Burlada (Navarra) a principios de los 60.
Calle Media. A la izquierda Casa Orosieta. La habitaron últimamente la madre y tres hijos, fueron de los últimos en marchar de Esco. A la derecha Casa Tiopedro, tenían tienda y también hacían el pan una vez a la semana. Los dueños de esta casa adquirieron el primer coche que hubo en Esco: un seat 850.
Calle Baja. Casa Lobera. En la década de los 40 la compró Dª Ramona Mayayo (antigua maestra de Esco) junto con su esposo. En los últimos años se trasladaron a ella los de Casa Orduna.
Escuela de Esco. La planta baja era la de niños y la planta de arriba la de niñas. En los años 60 cuando ya quedaban una docena de alumnos se hizo mixta.
Calle Baja. Casa Lerrero a la izquierda, la herrería en el centro y la escuela a la derecha.
"Esteban García era el herrero, tenían casa en el Barrio Alto y se les quemó, por lo que hicieron está al lado de su lugar de trabajo en los años 50. Este hombre realizó todos los apaños de las herramientas agrícolas, así como de utensilios de cocina. Yo aún tengo una sartén para hacer migas con su rasera (espumadera) grabada con sus íniciales. Es visible la cruz de la entrada del camposanto que la construyó él. Le recuerdo atizando el fuego con un enorme fuelle y dando martillazos en el yunque a los hierros rusientes. Esteban falleció en el año 1966 a los 86 años y está enterrado en el cementerio de Esco. Su familia marchó a Pamplona".
JOSÉ LUIS CLEMENTE.
Calle Media. Casa Momó. Era una de las casas fuertes del pueblo. Era una casa enorme, con muchas dependencias. Vivían tres hermanos en ella (Leopoldo, Alejandro y Rufina Odériz). Preciosa portalada con un rosal en el escudo situado en la clave del dintel, apenas visible ya. Esta inscripción unida a que había un rosal al lado de la puerta motivó que los mozos cuando iban de ronda cantaran esta jota cuando llegaban a la puerta de esta casa:
"En la puerta de Momó,
hay una rosera fina,
no puedes coger la rosa,
sin permiso de Rufina".
Trasera de Casa Laguau (antigua Casa Botiguero). Aquí había salón de baile y cine. A mediados de los 60 un hombre de Salvatierra de Esca proyectó varias películas de cine en el salón de esta casa, lo que supuso toda una novedad en el pueblo. Al fondo la iglesia y el Calvario.
Iglesia de Esco en 1968, con las dos campanas bien visibles, a su izquierda Casa la Escuela, y por debajo, en color blanco, se aprecia la parte alta de Casa Orosieta y Casa Tiopedro.
Interior de la iglesia. Altar mayor al fondo. Capilla de San Juan a la izquierda y la de la virgen del Rosario a la derecha. Casi todo el patrimonio que había en el interior se pudo salvar del expolio, como el retablo mayor de San Miguel Arcángel, actualmente en la iglesia del Inmaculado Corazón de María en Jaca o la pila benditera, la pila de agua bautismal, un sillón del siglo XVII o unas pinturas góticas del ábside entre otras que se encuentran en el Museo diocesano de Jaca.
Barrio Alto. Precioso zigzagueo de la calle. Casa Buyero a izquierda y Casa la Escuela a derecha.
Cincuenta y seis años después, el mismo lugar donde se tomó la imagen anterior.
Calle Alta. Casa el Esquilador. Según dicen a principios de siglo subió un esquilador de la zona de Zaragoza y se quedó en esta casa. Tuvo cuatro hijos: Aurelia, Santos, Agustina y Cecilio. Santos fue el último alcalde de Esco.
Casa Cantón. Estaba situada en la confluencia de las calles Media y Alta, fue de las últimas que se construyó en Esco.
"En esta casa nací yo a la luz del carburo, aunque mi madre se casó a Casa Guallar, los dos hermanos nacimos en esta casa. Aquí pasé los primeros diez años de mi vida que me marcaron profundamente. En tiempos remotos esta casa seria de origen infanzón porque tenía un escudo heráldico muy bonito, del que no se conserva ninguna foto. En la parte baja estaba la entrada y justo detrás la bodega. La ventana inferior a la derecha de la puerta era el granero que en su parte posterior tenía una puerta que daba acceso al pajar y al corral en donde había un macho y una burra. En la parte superior, la ventana de la izquierda correspondía a la cocina y la de la derecha al comedor, y el hueco del centro era donde estaba el escudo. En la parte posterior había tres habitaciones y arriba la falsa. En esta casa junto a la de Guallar tengo mis recuerdos de infancia. Como aquí estaba en aquellos años una maestra, Pilar Nieto, aprendí a leer muy pronto. Junto a la puerta estaba el bancal de piedra, donde nos sentábamos a la fresca en verano y donde mi abuela me enseñaba a identificar la Osa Mayor, el Camino de Santiago (la Vía Láctea) y las Clavijas (Pléyades). Me acuerdo de Agustín de Casa Lacuesta, que bajaba con su acordeón a amenizar las noches veraniegas. Enfrente de la casa, al otro lado de la calle, mi abuela tenía un jardín donde había una morera blanca enorme y también rosas, clavelinas y amapolas". JOSÉ LUIS CLEMENTE.
Año 1960, salida de misa, puerta de Casa Guallar.
De izquierda a derecha:
Herminia Clemente (residente en Argentina), Juana Guallar, Tomasa Clemente, Elida (amiga argentina de Herminia), Juan Ramón Clemente, Adelia Sánchez, Emilia Ibarbia, tía María de Casa Corachas.
Niños: José Luis Clemente y Lourdes Bronte.
Calle Alta. Casa Guallar en el medio, la única que permanece habitada en la actualidad.
Barrio Alto. Parte de las tres casas que componían Casa Marcelo.
Barrio Alto. Casa Marcelo. De frente la escalera por donde se accedía al bar situado en esta casa, detrás estaba el salón donde se bailaba en las fiestas.
Jóvenes y niños en 1967 delante de la puerta de Casa Marcelo.
Detrás: Inma Guallar, Cristina Sánchez, Mari Guallar y David Escobar.
Medio: Angelines Sánchez, Pili Clemente y Pilar Sánchez.
Sentados: Carlos Sánchez, José Antonio Abad, Félix Guallar y Baltasar Guallar en brazos de su hermana Carmen Guallar.
Barrio Alto. Casa la Escuela. Llamada así porque aquí estaba la antigua escuela de Esco. Al fondo el pantano de Yesa.
El pocete. Una de las numerosas fuentes que había en el término municipal de Esco. El abrevadero es de construcción anterior a la fuente.
Se presenta este pueblo de Esco en forma de media luna apoyado en un cerro denominado el Calvario. Formado por dos barrios (Alto y Bajo), se distribuyen sus 60 casas en tres calles (Baja, Media y Alta).
Buenas tierras de cultivo tuvieron a la vera del río Aragón (donde hoy se encuentran las aguas del embalse), dedicadas a cosechas de regadío como eran alubias, patatas, berzas, acelgas, tomates, etc. quedando las tierras más alejadas del río para el cultivo de secano (cebada, trigo y avena principalmente), mientras que los montes situados por encima del pueblo eran para el pastoreo de las ovejas, cabras y vacas.
Era un pueblo que gozaba de autosuficiencia, debido a los buenos productos que arrancaban a la tierra y a la calidad de la carne que criaban, donde no faltaba el cerdo, conejos, pollos y palomas, se consumía también carne de cordero que vendían las gentes que tenían ovejas y en menor medida carne de ternera que era más difícil de conseguir. Había una casa donde vendían pescado (casa Pellón) y otra donde estaba la tienda del pueblo (casa Tiopedro) y se podía adquirir un poco de todo en general, incluso hacían pan los de esta casa para la venta cuando la gente dejó de hacer su propio pan en los hornos que había en cada casa.
Además tenían dos bares, aunque en tiempos anteriores llegó a haber hasta cuatro.
A partir de los años 50, debido a la buena comunicación de autobuses que había en la carretera se desplazaban a Sangüesa a realizar las compras de más envergadura y a proveerse de plantas para los huertos.
Contaron con luz eléctrica en las casas desde antes de la guerra, proveniente de una pequeña central que había en Tiermas. A principio de los años 50 hubo una riada que se llevó la central por delante y tuvieron que volver a la luz de los carburos, hasta que sobre el año 57 se hizo un transformador para traer la luz desde Jaca.
No fue el mismo caso para el agua. Hubo un proyecto de llevar el agua hasta la entrada del pueblo, pero como quiera que el pueblo estaba sentenciado no se llevo adelante. El agua se traía en cántaros transportados en onganetas (cestos de mimbre), bien fuera en caballos o en burros. En las casas había tinajas de barro de unos ciento cincuenta litros y allí se almacenaba.
Hubo cura residente en Esco hasta el año 1950, a partir de entonces fue el de Sigüés el que venía a oficiar los oficios religiosos. También hubo siempre maestro y maestra residiendo en el pueblo, a partir del año 63 cuando ya había pocos niños en edad escolar, la escuela se hizo mixta y solo había maestra.
El cartero también residía en el pueblo, lo mismo que el herrero.
El médico venia desde Tiermas, lo mismo que el veterinario, en los últimos años ya el primero venia de Sigüés mientras que el segundo lo hacía desde Salvatierra de Esca.
Las fiestas patronales se celebraban el día de San Miguel (29 de septiembre), pero como era época de mucho trabajo con el ganado se cambiaron de fecha a principios del siglo XX, pasando a ser el día 30 de noviembre, para San Andrés.
Fiestas muy animadas, donde no faltaba el baile que se hacía en un salón de Casa Marcelo, amenizado bien por músicos del pueblo o bien por orquestas provenientes de otros pueblos, como eran los músicos de Lumbier.
No faltaban tampoco las rondas, donde los mozos tocando la guitarra y la bandurria cantaban jotas a las puertas de las casas y la comitiva recogía viandas que les ofrecían en cada casa (huevos, tocino, longaniza, etc.) con lo que realizaban una cena. Las mozas hacían chocolate para merendar y los más trasnochadores solían juntarse de madrugada, ya acabado el baile a comer unas migas hechas en el momento.
Cada 8 de septiembre, día de la Natividad de la Virgen había costumbre de realizar una procesión a la ermita de la Virgen de las Viñas, distante unos 800 metros del pueblo, procesión que se repetía el último día de la Ascensión.
Los entretenimientos eran los propios de esa época, en los pocos ratos libres que había, los hombres iban a echar un trago de vino y jugar a las cartas en los bares, los mozos y mozas organizaban baile los domingos, se recurría a Judas (Matías Figoli) que tocaba la bandurria y a Rebolé que tocaba el violín, junto con algún mozo que trasteaba un poco la guitarra y ya tenían la orquesta. Cada mozo aportaba lo que podía y con eso pagaban a los músicos y hacían una merienda.
A pesar de la apacible vida del pueblo, la espada de Damocles ya pendía sobre Esco, puesto que desde 1930 ya estaba en marcha el proyecto de realizar el pantano, se les advirtió a los vecinos que no realizaran mejoras en las viviendas que no se las iban a pagar. A primeros de los años 50 se expropiaron las tierras más fértiles, que estaban junto al río, con lo que quitaron a las gentes su principal medio de sustento. En la ley de expropiación forzosa de 1953, incluyeron una cláusula en la que permitían que los expropiados pudieran pedir que se les expropiara otros bienes para sacar algún dinero y poder empezar de nuevo en otro lugar, puesto que las tierras inundadas no se pagaron a precio de oro, con lo cual no solo se quedaban sin su medio de vida de siempre sino que además no conseguían suficiente dinero para empezar una nueva vida en otro lugar. Se les animó a que el ayuntamiento pidiera la expropiación del pueblo, diciendo que si alguno quería volver podía hacerlo cuando quisiera, pero la realidad fue otra.
"Ya en 1978 solicitamos la reversión de la casa con mi abuelo y la respuesta fue el NO rotundo porque dicen que la expropiación fue voluntaria. Con posterioridad en 1998 inicié un contencioso contra la CHE y en 2006 el Tribunal Superior de Justicia de Aragón me dio respuesta negativa y por consejo del abogado no recurrí al Tribunal Supremo (si me hubiera tocado la lotería, de verdad que aún estaría pleiteando).
De siempre nos han indicado la prohibición de entrar en las casas y de ahí la frustración de no haber podido hacer nada legal para mantenerlas".
JOSÉ LUIS CLEMENTE.
Una decisión traumática para los pelaos (apodo con el que se conocía a los habitantes de Esco), el tener que dejar atrás toda una vida y unas raíces que se quedarían para siempre enterradas con la marcha de los vecinos.
"Yo muchas veces le comentaba a mi padre el porqué de no haber plantado cara. Las respuestas estaban claras: Eran otros tiempos, si se hubieran opuesto habrían mandado a la guardia civil a desalojarlos, simplemente hicieron lo que les aconsejaron, además les inculcaron que tenían que salir del pueblo para darles una vida mejor a sus hijos, en lo tocante a este tema ¿qué padre no se sacrifica por sus hijos? Así que la inmensa mayoría hizo lo que les dijeron, obrando de buena fe, y optaron por la salida, la gente fue marchando escalonadamente en cuanto pudieron hacerse con otra propiedad, puesto que les habían animado a salir diciéndoles que si alguno se arrepentía podía volver cuando quisieran, cosa que los posteriores dirigentes de la CHE no tuvieron en cuenta".
JOSÉ LUIS CLEMENTE.
A mediados de los años 60 había mermado mucho la población, pero aún en 1965 hubo un nacimiento en Esco, como fue el de Marisa Sánchez de Casa Cantón, la cual fue la última nacida en el pueblo.
También en el año 1965 hubo un hecho anecdótico, como fue el del primer coche que hubo en Esco, un Seat 850 propiedad de Mario Sánchez y María Momó de Casa Tiopedro.
Así las cosas, siguió viviendo gente en Esco hasta la década de los 70. Los pelaos marcharon en su mayoría a Pamplona y Zaragoza, algunas familias a San Sebastián, y alguna otra a Barbastro, Reus y Madrid.
Solamente Félix Guallar con su familia optaron por quedarse en el pueblo. Como tenían ovejas que era su medio de vida no quisieron marchar, Félix era originario de Casa Buyero pero al quedarse solos en el pueblo optaron por trasladarse a vivir a Casa Guallar, que reunía mejores condiciones. Félix falleció en 2010 pero tres de sus hijos (Félix, Baltasar y Evaristo) han continuado con el ganado y siguen dando presencia humana diariamente por las calles de Esco.
Los antiguos vecinos y sus descendientes solicitaron en algunos casos la reversión de las casas, a lo que no se les ha hecho ningún caso, lo que unido al deterioro acelerado que estaban llevando las casas y el patrimonio del pueblo, hizo que se organizaran y en 1999 crearon la Asociación pro reconstrucción de Esco, consiguiendo rehabilitar la ermita de la Virgen de las Viñas que se encontraba en ruinas, así como el cementerio y velar por los intereses del pueblo, como pudiera ser una recuperación y reconstrucción de los edificios, además de rescatar e impulsar las costumbres y tradiciones que había en el pueblo.
Para todo ello han creado una página web con toda la historia del pueblo, un blog, unos cuadernos con toda la toponimia de Esco y publican periódicamente el Heraldo de Esco (muy interesante esta publicación) donde dan cuenta de todas las actividades de la asociación, retazos de la historia del pueblo y todo tipo de noticias que están relacionadas con el pueblo.
Los escotanos que se fueron y sus descendientes se reúnen cada año el día 1 de mayo, donde celebran un día de confraternización, hacen una misa en la ermita, una comida campestre y otras actividades culturales y de entretenimiento, todo ello para que no se pierda la memoria y las raíces de Esco.
Agradecimiento extraordinario para José Luis Clemente, fundador de la Asociación pro reconstrucción de Esco, por su colaboración incondicional en la elaboración de este reportaje.
Para saber más sobre Esco, imprescindible visita a la página: http://www.deesco.org/
Visitas realizadas en diciembre de 1991, abril de 1996, mayo de 2009, octubre de 2011, mayo de 2014 y mayo de 2017.
PUBLICADO POR FAUSTINO CALDERÓN.
Foto cedida por Joaquín Arbea.
Esco en 1950.
Vista de Esco desde el camino.
Entrada a Esco. Calle Baja.
Calle Baja. En primer término Casa Mariano Rita y Casa Zamborán, al fondo Casa Navarro.
Calle Baja. De izquierda a derecha:
Casa el Maestro. El abuelo de esta casa fue maestro y secretario de Esco. Se marcharon a Pamplona antes de 1960.
Casa Blas del Arrendador. Vivía en ella el tío Blas, soltero y que vivía solo. Murió hacia el año 1964.
Casa el Americano. Era la única casa del pueblo que tenia retrete.
Casa la Caminera o Aja. Se marcharon a Burlada (Navarra) a principios de los 60.
Calle Media. A la izquierda Casa Orosieta. La habitaron últimamente la madre y tres hijos, fueron de los últimos en marchar de Esco. A la derecha Casa Tiopedro, tenían tienda y también hacían el pan una vez a la semana. Los dueños de esta casa adquirieron el primer coche que hubo en Esco: un seat 850.
Calle Baja. Casa Lobera. En la década de los 40 la compró Dª Ramona Mayayo (antigua maestra de Esco) junto con su esposo. En los últimos años se trasladaron a ella los de Casa Orduna.
Foto cedida por la Asociación pro reconstrucción de Esco.
Casa Lobera en 1968.
Casa Lobera en 1968.
Escuela de Esco. La planta baja era la de niños y la planta de arriba la de niñas. En los años 60 cuando ya quedaban una docena de alumnos se hizo mixta.
Foto cedida por la Asociación pro reconstrucción de Esco.
Alumnos y maestro de la escuela de Esco en 1940.
Foto cedida por la Asociación pro reconstrucción de Esco.
Año 1966. Los últimos alumnos de la escuela de Esco.
Detrás: la maestra Elena Rubio y Josefina Vera (Tiermas).
Medio: José Ramón Vera (Tiermas), José Luis Clemente, Ascensión Vera (Tiermas), Pilar Sánchez, Carmen Guallar y Sagrario Sánchez.
Delante: Mari Guallar, Carlos Sánchez, Pili Clemente, Angelines Sánchez y José Antonio Abad.
Calle Baja. Casa Lerrero a la izquierda, la herrería en el centro y la escuela a la derecha.
"Esteban García era el herrero, tenían casa en el Barrio Alto y se les quemó, por lo que hicieron está al lado de su lugar de trabajo en los años 50. Este hombre realizó todos los apaños de las herramientas agrícolas, así como de utensilios de cocina. Yo aún tengo una sartén para hacer migas con su rasera (espumadera) grabada con sus íniciales. Es visible la cruz de la entrada del camposanto que la construyó él. Le recuerdo atizando el fuego con un enorme fuelle y dando martillazos en el yunque a los hierros rusientes. Esteban falleció en el año 1966 a los 86 años y está enterrado en el cementerio de Esco. Su familia marchó a Pamplona".
JOSÉ LUIS CLEMENTE.
Calle Media. Casa Momó. Era una de las casas fuertes del pueblo. Era una casa enorme, con muchas dependencias. Vivían tres hermanos en ella (Leopoldo, Alejandro y Rufina Odériz). Preciosa portalada con un rosal en el escudo situado en la clave del dintel, apenas visible ya. Esta inscripción unida a que había un rosal al lado de la puerta motivó que los mozos cuando iban de ronda cantaran esta jota cuando llegaban a la puerta de esta casa:
"En la puerta de Momó,
hay una rosera fina,
no puedes coger la rosa,
sin permiso de Rufina".
Trasera de Casa Laguau (antigua Casa Botiguero). Aquí había salón de baile y cine. A mediados de los 60 un hombre de Salvatierra de Esca proyectó varias películas de cine en el salón de esta casa, lo que supuso toda una novedad en el pueblo. Al fondo la iglesia y el Calvario.
Foto cedida por la Asociación pro reconstrucción de Esco.
Iglesia de Esco en 1968, con las dos campanas bien visibles, a su izquierda Casa la Escuela, y por debajo, en color blanco, se aprecia la parte alta de Casa Orosieta y Casa Tiopedro.
Iglesia parroquial de San Miguel.
Interior de la iglesia. Altar mayor al fondo. Capilla de San Juan a la izquierda y la de la virgen del Rosario a la derecha. Casi todo el patrimonio que había en el interior se pudo salvar del expolio, como el retablo mayor de San Miguel Arcángel, actualmente en la iglesia del Inmaculado Corazón de María en Jaca o la pila benditera, la pila de agua bautismal, un sillón del siglo XVII o unas pinturas góticas del ábside entre otras que se encuentran en el Museo diocesano de Jaca.
Vista del barrio Bajo desde el campanario de la iglesia.
Barrio Bajo. En primer lugar Casa Torrea, marcharon a Pamplona, al fondo Casa Ventura.
Barrio Alto. Precioso zigzagueo de la calle. Casa Buyero a izquierda y Casa la Escuela a derecha.
Foto cedida por la Asociación pro reconstrucción de Esco.
Familia de Casa Buyero en 1956.
Cincuenta y seis años después, el mismo lugar donde se tomó la imagen anterior.
Calle Alta. Casa el Esquilador. Según dicen a principios de siglo subió un esquilador de la zona de Zaragoza y se quedó en esta casa. Tuvo cuatro hijos: Aurelia, Santos, Agustina y Cecilio. Santos fue el último alcalde de Esco.
Casa Cantón. Estaba situada en la confluencia de las calles Media y Alta, fue de las últimas que se construyó en Esco.
Calle Alta.
Foto cedida por la Asociación pro reconstrucción de Esco.
Casa Tabarnero en 1980.
"En esta casa nací yo a la luz del carburo, aunque mi madre se casó a Casa Guallar, los dos hermanos nacimos en esta casa. Aquí pasé los primeros diez años de mi vida que me marcaron profundamente. En tiempos remotos esta casa seria de origen infanzón porque tenía un escudo heráldico muy bonito, del que no se conserva ninguna foto. En la parte baja estaba la entrada y justo detrás la bodega. La ventana inferior a la derecha de la puerta era el granero que en su parte posterior tenía una puerta que daba acceso al pajar y al corral en donde había un macho y una burra. En la parte superior, la ventana de la izquierda correspondía a la cocina y la de la derecha al comedor, y el hueco del centro era donde estaba el escudo. En la parte posterior había tres habitaciones y arriba la falsa. En esta casa junto a la de Guallar tengo mis recuerdos de infancia. Como aquí estaba en aquellos años una maestra, Pilar Nieto, aprendí a leer muy pronto. Junto a la puerta estaba el bancal de piedra, donde nos sentábamos a la fresca en verano y donde mi abuela me enseñaba a identificar la Osa Mayor, el Camino de Santiago (la Vía Láctea) y las Clavijas (Pléyades). Me acuerdo de Agustín de Casa Lacuesta, que bajaba con su acordeón a amenizar las noches veraniegas. Enfrente de la casa, al otro lado de la calle, mi abuela tenía un jardín donde había una morera blanca enorme y también rosas, clavelinas y amapolas". JOSÉ LUIS CLEMENTE.
Casa Tabarnero en la actualidad.
Calle Alta. Casa Corachas.
"Era otra de las casas fuertes, por la cantidad de tierras y ganado que tenían. Era un lujo servir como criado en esta casa, pues trataban a todos los trabajadores como de la casa y jamás se oyó una voz altisonante pasara la desgracia que pasara. Familia considerada como gente buena". JOSÉ LUIS CLEMENTE.
Foto cedida por la Asociación pro reconstrucción de Esco.
Año 1960, salida de misa, puerta de Casa Guallar.
De izquierda a derecha:
Herminia Clemente (residente en Argentina), Juana Guallar, Tomasa Clemente, Elida (amiga argentina de Herminia), Juan Ramón Clemente, Adelia Sánchez, Emilia Ibarbia, tía María de Casa Corachas.
Niños: José Luis Clemente y Lourdes Bronte.
Calle Alta. Casa Guallar en el medio, la única que permanece habitada en la actualidad.
Barrio Alto. Parte de las tres casas que componían Casa Marcelo.
Barrio Alto. Casa Marcelo. De frente la escalera por donde se accedía al bar situado en esta casa, detrás estaba el salón donde se bailaba en las fiestas.
Foto cedida por la Asociación Pro reconstrucción de Esco.
Jóvenes y niños en 1967 delante de la puerta de Casa Marcelo.
Detrás: Inma Guallar, Cristina Sánchez, Mari Guallar y David Escobar.
Medio: Angelines Sánchez, Pili Clemente y Pilar Sánchez.
Sentados: Carlos Sánchez, José Antonio Abad, Félix Guallar y Baltasar Guallar en brazos de su hermana Carmen Guallar.
Barrio Alto. Casa la Escuela. Llamada así porque aquí estaba la antigua escuela de Esco. Al fondo el pantano de Yesa.
Foto cedida por la Asociación pro reconstrucción de Esco.
Fiestas de 1958. Los mozos junto a los músicos que procedían del pueblo navarro de Lumbier.
Foto cedida por la Asociación pro reconstrucción de Esco.
Año 1958. Preparando la parva para trillar en la era Corachas. Por delante Alejandro Clemente y Adelia Sánchez sentados en la pared de la era Guallar.
El pocete. Una de las numerosas fuentes que había en el término municipal de Esco. El abrevadero es de construcción anterior a la fuente.
Foto cedida por Joaquín Guallar.
1 de mayo de 2011. Asistentes el día de la fiesta, delante de la ermita de la Virgen de las Viñas.
Foto cedida por Josean Ardanaz
1 de mayo de 2012. Reunión anual de asistentes a la fiesta de Esco.
Foto cedida por Enrique Armisén.
1 de mayo de 2014. Asistentes a la fiesta de Esco delante de la ermita de la Virgen de las Viñas.
1 de mayo de 2014. Asistentes a la fiesta de Esco delante de la ermita de la Virgen de las Viñas.
Impresionante trabajo. Esto merece mucho más que una o dos enhorabuenas. Gràcies.
ResponderEliminarMaravilloso reportaje de Esco, pueblo que tengo el gusto de conocer ya que he paseado por sus calles un par de veces. Bellísimas fotografías y muy bien combinadas con las imagenes antiguas. Tengo pendiente una nueva visita para sacar mas fotos, es un lugar que me impresiono en mi primera visita y eso que como bien dices nunca a estado totalmente abandonado.
ResponderEliminarSTORIA SPETTACOLARE
ResponderEliminarAgustí : Gracias por tus palabras, tu siempre tan generoso en alabanzas hacia mi trabajo.
ResponderEliminarCristian : Gracias por tus palabras, tu lo tienes bien cerca para volver a visitar este impresionante y maravilloso pueblo.
Amigo anónimo italiano : Grazie mille.
Saludos.
Hola.Me encantan estas fotografias en blanco y negro donde salen personas, son un tesoro y una buena manera de recordarles.
ResponderEliminarUn saludo.
excelente trabajo
ResponderEliminarjoan,he leido con sorpresa la historia final de estos y otros pueblos lo màs sorprendente es su caracter irreversible, creo que esta falta de sensibilidad por parte de la administración es inadmisible.El reportaje nos ofrece un excelente medio para entender esta problematica.Gràcies,gracias.
ResponderEliminarHola yo nací en ese pueblo y soy una de las niñas de las fotografias en blanco y negro.Me ha encantado el trabajo y con estas nuevas técnologias más gente puede por un ratito ver lo que fue nuestro pueblo, que resistio a las guerras y por siglos,pero no pudo con un maldito pantano.
ResponderEliminarEnhorabuena por el artículo, está muy completo, cobinando fotos nuevas y antiguas y muy bien explicado.
ResponderEliminarMe ha servido para conocer un poquito más del pueblo que pude visitar hace unos días ya que una antepasada mía procedía de allí.
Me encantó y me sobrecogió el silencio y la soledad, especialmente al entrar en la iglesia.
Espero que las autoridades competentes recapaciten y el pueblo pueda volver a la vida.
Enhorabuena por la publicación es muy lograda, tiene muy buena información y muy buenas fotos gracias ......
ResponderEliminarHay guerras de guerras... y esta ha sido una de las muchas que se libraron en silencio, sin más armas que el miedo. Nadie ni autoridad alguna tiene que dar permiso a sus dueños (descendientes) a entrar en lo suyo.
ResponderEliminarJorge, Palma de Mallorca. Es un trabajo muy logrado y consigue que viajemos en el tiempo para comprender la vida en el pueblo. En aquellos años tan duros y sin las comodidades de hoy en día. Yo, gracias a vosotros he logrado vivir en Esco unos minutos. Gracias y seguid asi
ResponderEliminarAmigo Jorge, gracias por tu emotivo comentario y por saber valorar el trabajo que hay en esta pagina.
EliminarSaludos.
Quede encantado con el reportaje de tu blog en Antena 3, me he vuelto fan de estos pueblos tan bonitos y de sus historias las que se saben y las que imagino que pudieron haber sucedido.Felicitaciones Faustino desde Guatemala, att. Darby Lopez
ResponderEliminarHola Darby, pues me alegra que te guste el tema de la despoblación aunque sea desde tierras tan lejanas.
EliminarGracias por tu comentario.
Saludos.
Enhorabuena Faustino por el reportaje y animo a los que luchan por la reconstrucción de Esco. Soy de Pamplona y cuando voy por la carretera a Jaca siempre me sobrecoge la belleza silenciosa de Esco. Hablando con mi hija de 8 años en el ultimo viaje de los pueblos que hirió de muerte el pantano me dijo que no entendía porque habían obligado a la gente a marchar y no supe que contestarle porque creo que no existe una respuesta razonable...
ResponderEliminarPrometo seguir tu blog que me parece una idea fantástica para que el olvido no pueda con nuestros pueblos que son parte de nuestra historia y de nosotros mismos. Saludos, Alberto
Gracias por tus palabras Alberto, y efectivamente no existe una respuesta razonable para que tuvieran que marchar de estos pueblos.
EliminarLucharemos para que el olvido no se apodere de la cantidad inmensa de pueblos deshabitados que hay en España que como bien dices forman parte de nuestra historia y de un pasado no tan lejano.
Saludos.
muy bien
ResponderEliminarQue lindo saber que mi Abuela-Abuelo y mi viejo nacieron en ese lugar tan bello....... gracias a mi Prima Lourdes Bronte,,,pude conocer este lugar !!! estoy convencido de que ver a mis hijos nacer fue algo impagable..... y lo segundo fue estar en el pueblo ...... una sensación inexplicable.... parte de mi historia eh !!! Gracias.... ESTEBAN BRONTE...Hijo de Jose Antonio Bronte y Nieto de Vicenta Guallar Bronte.-
ResponderEliminarHOLA ESTEBAN, SOY BRONTES DE APELLIDO PATERNO. ESTOY BUSCANDO LA LLEGADA DE LA FAMILIA BRONTE A MI PAIS. BUSCANDO, BUSCANDO ENCONTRE ESTE PAGINA.
EliminarHola que tal. Me Llamo Fernando Buch so hijo De Maria Rosa Martin Zeguer. Mi Madre tiene 71 anos de edad y vive conmigo en EEUU. Mi madre se caso con un americano y nunca volvio mas a espana. Ahora, tiene una tremenda melancolia. Por favor si un algunos de sus padres se acuerda de Rosa Mari Martin y su Hermano Ricardon Martin, por favor le pido que me manden un correo electronico. Vivieron en esco del 1949-1955 Su Madre, mi abuela tenia cancer. y ellos tenian un lenchoncito como maskota. Es lo unico que se, y no le quiero preguntar a mi madre para no darles esperanza. Fotos de esa epoca alguien que los conocia seria un bendicion de Dios. Fernando Buch Florida, EEUU PortableFernie@gmail.com Muchas Gracias!
ResponderEliminartremenda pagina , se mo olvido decirlo
ResponderEliminarPrecioso pueblo y preciosas fotos. Yo estube en este pueblo en marzo de año 2001 andube solo por las calles pues los amigos que iban conmigo prefirieron quedarse en el coche en la carretera pero yo no me pude resistir sin llegar hasta el pueblo y de verdad me cagüen dios que me dió mucha pena ver el pueblo así yo pensaba que como se podia haber llegado a eso., tambien pense que entre todos los que sois del pueblo poniendo tres piedras cada uno algo podriais levantar. Yo os animo! de verdad que si se le ponen ganas y si cuando se hizo el pueblo hace 1000 años o mas sin ningun adelanto lo levantaron con mas motivo se puede levantar ahora con todos los adelantos que hay, y sino, piedras y barro siempre hay. Animo gente y no dejeis de ir a vuestro pueblo.
ResponderEliminarGran reportaje cargado de información , a mi tambien me gusta visitar pueblos
ResponderEliminarabandonados pero desde q soy papa ya no tengo mucho tiempo , bueno , lo dicho
gran trabajo y muy buenas fotos
Es cierto que cuando eres padre te cambia mucho la vida y tenemos que prescindir de muchas cosas, pero los hobbys en la medida que sea posible no hay que dejarlos nunca, en vez de tres viajes que sea uno, pero algo por lo menos, que la vida pasa muy deprisa.
EliminarGracias por dejar tu comentario Jose Antonio.
Saludos.
Fuastino, gracias por acompañarnos ayer en nuestro encuentro de vecinos. fue un placer conocerte personalmente. Cuando consigamos tener casa de piedra en lugar de carpa ya sabes que una parte será tuya.
ResponderEliminarUn abrazo.
El placer fue mío, pasé un día maravilloso compartiendo un encuentro tan señalado para vosotros, no tengo más que palabras de agradecimiento para tus múltiples atenciones hacía mi persona, no puedo más que darte las gracias en nombre de mi familia.
EliminarEspero poder oír pronto la noticia de que la casa de piedra se ha construido. Sería un gran logro.
Un abrazo amigo Jose Luis.
Enhorabuena por la página. Vivo en Asturias y he viajado varias veces a Jaca,llamándome siempre la atención tanto el pueblo de Esco como el de Tiermas. Me fijé desde la carretera, el pasado 30 de abril, en una carpa blanca colocada en Esco. Ayer,día 4 de mayo ,de regreso a casa ,visité Tiermas y me llamó mucho la atención que han hecho una pista anchisima que sube al pueblo.....En mi siguiente viaje a Jaca espero poder visitar Esco
ResponderEliminarPues nada Santi la próxima vez que pases por allí no dejes de visitar Esco, al igual que Tiermas es muy bonito y también Ruesta que esta cerca y esta afectado por la misma problemática.
EliminarLa carpa que viste la pusieron los vecinos de Esco porque el día 1 celebraban su día festivo, donde se reúnen en un día de confraternización y de mantener viva la llama de Esco.
Gracias por dejar tu comentario.
Saludos.
Ayer porr primera vez visite esco.me dejo impresionada.paso pocas veces por alli.pero ayer cosegui que mi marido parara para poder subir.por lo que vi y leido en este reportaje.devio ser un pueblo prospero.una pena que la aministracion politica se interpuso en su camino.
ResponderEliminarSIEMPRE QUE PASO POR ESCO ME ACUERDO DE MI AMIGO DE ZARAGOZA JESUS GUALLAR,SU PADRE ES DE ESCO PERO MARCHO A ZARAGOZA.UN ABRAZO PARA TODA ESA GENTE QUE TUVO QUE MARCHAR DE SU PUEBLO POR LAS CIRCUNSTANCIAS DE LA VIDA
ResponderEliminarNo hace mucho, encontré en la red un antiguo documental de tve donde se recogía el drama de Tiermas y Ruesta. Se hablaba también, aunque de pasada, de Esco o Escó e inmediatamente viene a tu blog a buscarlo. Dramática historia la de estos pequeños pueblos y que has sabido captar perfectamente en este trabajo de investigación y en estas fotos, amigo Faustino. Enhorabuena y un fuerte abrazo desde Huelva
ResponderEliminarComo todos los pueblos perjudicados por el tema de los pantanos este caso supuso un autentico drama social. Eran tres pueblos de notable envergadura y bastante población.
EliminarTiermas y Ruesta con un notable patrimonio arquitectónico y cultural.
El daño que se hizo no tiene compensación ninguna.
Un abrazo.
¡¿a que se debe que el pueblo este tan deteriorado? ¿al abandono o a la cercanía del pantano? ¿Cómo es posible que estemos en 2014 y todavía sigamos manteniendo leyes franquistas? ¿no se han abolido cuando entro la democracia? ¿o solo las sacamos a colación cuando nos interesa?
ResponderEliminarHola, hace años, cuando mi hija vivía en Jaca, tuve ocasión de visitar esos pueblos abandonados de que trata el reportaje.
ResponderEliminarHan pasado más de veinte años de eso. Ahora estoy jubilado y me he aficionado a escribir. Como quiera que participo en un taller de literatura y cada mes tenemos que presentar un relato corto sobre un tema concreto, curiosamente este mes teníamos que iniciar la historia con un anciano que había encontrado una llave.
Se me ocurrió reflejar a un anciano enfermo de alzhéimer,buscando la relación de aquella llave con su pasado, que le lleva hasta un pueblo abandonado en el pirineo aragonés.
Indagando sobre estos pueblos, la historia la he situado en Esco. Los nombres que aparecen en la historia son ficticios.
Con esto he querido rendir un homenaje a todas aquellas personas que lo habitaron.
Las secuencias de la fisionomía del pueblo, por estar escritas antes del conocimiento previo de como era Esco, difieren por supuesto de la realidad.
Si te interesa puedo enviarte mi historia.
Mi correo es: lhlupianes@hotmail.com
Me parece muy interesante el utilizar un pueblo abandonado como escenario de una trama de ficción.
EliminarY en el caso de Esco te puedo decir que no eres el primero que utiliza este pueblo como decorado para ambientar una narración.
Si me interesaría leer la historia.
Saludos.
Hola Faustino:
EliminarMuy agradecido por el interés mostrado en conocer mi relato.
Si me dices tu correo, te la enviaré con mucho gusto.
Gracias.
En la columna de la derecha de la pagina lo tienes.
EliminarSaludos.
Hola,Vaya reportaje tan bonito, hemos pasado por ahi hoy, camino de jaca mi ha impressionado mucho ver el pueblo, que pena verlo tan vacio.....
ResponderEliminarEste fin de semana he estado, junto con mi pareja, paseando por las calles de Esco... Precioso pueblo aun en las condiciones en las que se encuentra. Siguen quedando detalles que transportan al pasado.
ResponderEliminarMe sorprendio mucho encontrar una casa ''habitada''. Como no sabia absolutamente nada de su historia y me quede con ganas de saber sobre el lugar, empece a buscar dando como resultado esta publicacion... Muchas gracias por compartir y por seguir manteniendo vivo el recuerdo de lo que fue.
Muy bonito el pueblo a pesar de su estado tan lamentable al que se ha visto abocado.
EliminarEs verdad que sorprende ver una casa habitable entre la ruina generalizada de sus edificios, pero los hermanos Guallar decidieron anclarse a su pueblo y por ello Esco no ha sido nunca un pueblo deshabitado de pleno.
Gracias por dejar tu comentario.
Un cordial saludo.
Buen trabajo e interesante artículo. Cuando voy a visitar a mis suegros a Lleida pasamos por allí y nos gusta parar en el cercano Berdún para tomar algo.Desde la primera vez que pasé por la zona me interesé por Escó y Tiermas, cómo serían antaño llenos de gente
ResponderEliminarRecientemente de camino a Jaca hemos parado a ver "ese pueblo allá en lo alto..." Tuvimos la gran suerte de coincidir con uno de los habitantes que se resisten a abandonar el pueblo y su fiel perro. Me impresionó tanto su relato que he querido saber más de "ese pueblo", de Esco. Gracias por compartir su historia. Un gran trabajo
ResponderEliminarCon lo que te ha contado uno de los hermanos Guallar más lo que hayas leído en este blog te habrás hecho una idea de la historia del pueblo y de los avatares sufridos en sus últimos años de vida.
EliminarGracias por dejar tu comentario.
Un cordial saludo.
Hola Faustino,aprovechando que este fin de semana hemos estado en Sos del Rey Católico,nos acercamos a ver el deshabitado de Esco,la verdad es que se te cae el alma a los pies al ver lo que queda de el pensando en lo que fué,pero también me alegré al ver que en una vivienda al lado de la Iglesia se oían voces bien de una radio o de televisión,señal de que había alguien habitando esa vivienda,un abrazo
ResponderEliminarHola Roberto.
EliminarPues si, produce mucha amargura ver el estado actual de lo que un día fue un pueblo grande, lleno de vida, hoy día mustio y marchito, casi apagado. No está apagado del todo porque resisten todavía los hermanos Guallar dando un soplo de vida humana a Esco, la casa en la que oíste voces que salían de un transistor. Por eso en Esco la despoblación no fue total y absoluta a diferencia de los cercanos Tiermas y Ruesta que si vieron como se cerraban todas sus casas.
Guapo, guapo Sos del Rey Católico. Cada vez que voy por la zona es ineludible que de una vuelta por su casco urbano y me empape de su aroma primorosamente medieval.
Un abrazo.
MUY BUEN REPORTAJE. SOBRESALIENTE.
ResponderEliminarPueblo mitico que siempre que puedo paro a visitar.
Las fotos de epoca son muy buenas. No hara dos años se grabaron escenas de la pelicula EL BOMBARDEO DE GERNICA em sus calles.Por si alguien quiere curiosear.
Saludos de un Navarro cercano a Esco
Me alegra que te haya gustado el reporraje.
EliminarUno de los pueblos míticos de la despoblación, como bien dices.
Las fotos antiguas dan un plus de calidad tremendo al reportaje.
La verdad es que el lugar brinda un buen escenario para el rodaje de determinadas escenas de películas.
Gracias por dejar tu comentario.
Un cordial saludo.
Ayer di un paseo con respeto con los chicos....oí la radio junto a la iglesia....daba yuyu...una pena.
ResponderEliminarMi abuela materna nació en Escó, Maria Momó Ansó, hija de Celestino Momó y Helena Ansó, creo que fué pastor. Tengo muy buenos recuerdos de mi visita al pueblo, ya abandonado. Mi madre también vivió parte de su infancia en el pueblo
ResponderEliminarQué maravilla poder entender lo que realmente pasó, y todo el pasado del pueblo. Ayer visité Escó con mi familia, me da muchísima pena que no se pudiera hacer nada para recuperar las casas...y ahora veo amenazar el pueblo con la construcción de la autovía...
ResponderEliminarGracias por la información, fotos y todos los relatos. Es un placer volver a verlo sabiendo qué es qué y cómo se vivía.
Maravilloso!!!!
Hola, Mi familia materna desciende de Esco,y suelo acudir a las reuniones de antiguos vecinos.Por parte paterna desciendo de Eransus (Navarra) pueblo también abandonado y participo en el auzolan para reabilitar su iglesia y gracias a el hemos recuperado sus fiestas.http://iglesiasansalvadordeeransus.blogspot.com/
ResponderEliminarEl pasado otoño pasé por casualidad de camino a Ordesa junto a este pueblo abandonado que me llamó mucho la atención por la belleza del lugar y la melancolía que no dejas de sentir ante sus ruinas. Hice algunas fotografías y buscando en Internet información sobre su pasado y el motivo de su abandono a pesar de no haber quedado inundado por las aguas, encontré esta página. No puedo dejar de felicitar a la asociación que intenta recuperar las raíces de una vida. Enhorabuena por el trabajo.
ResponderEliminar