Muro de Bellós es un espectador privilegiado de la confluencia de los ríos Bellós y Cinca, situado sobre un cerro se divisa toda la cadena montañosa de los Pirineos. Vistas inigualables.
Perteneciente al municipio de Puértolas, fue un pueblo formado por ocho viviendas, configurado en torno a una plaza de gran belleza donde daban casi todas las viviendas formando un núcleo cerrado de aspecto defensivo.
Brocal
Camino de Escalona
Camino de Labuerda
Codillons
Coma Lanastosa
Corral de Corz
La Coma Forniello
La Coma Nueva
La Coma Surdo
La Falda
Latres
Plana Sendaña
Plana Sierra
San Juan
Sembeda
Teso
Trasdecasa
**Son algunos topónimos de lugares comunes de Muro que quedaran para siempre en el recuerdo de las gentes que habitaron el pueblo**
Llegaron a conocer la luz eléctrica procedente del molino de Puyarruego.
Sus tierras de cultivo se dedicaban a la producción de trigo, avena y cebada entre otros productos.
Para moler el grano iban al molino harinero de Labuerda.
"En Muro había bastantes viñas pero la filoxera acabó con ellas y ya no se volvieron a plantar". MANUEL BIELSA.
La ganadería estaba conformada por las ovejas y las cabras.
"Se hacía trashumancia con el ganado hasta los altos pastos de Puértolas. Se subía para San Juan y en septiembre se volvía a bajar al pueblo". MANUEL BIELSA.
En los montes del pueblo abundaban los conejos y las perdices que eran cazados por los mureños para consumo.
"Algunos jovenes íbamos en temporadas a talar árboles al valle de Broto para así ayudar en la economía familiar". MANUEL BIELSA.
Celebraban las fiestas mayores el 25 de mayo para la Ascensión con una duración de tres días.
Misa, procesión y el baile eran los actos principales de la fiesta.
Fernando "Baixa" de Laspuña primero con un sobrino y luego con su hija eran los que subían a tocar en la fiesta al son de violín y acordeón.
En todas las casas se acostumbraba a matar un cordero o un cabrito para la ocasión.
Acudía la juventud de Puyarruego, Escalona y Belsierre entre otros pueblos.
La fiesta menor era la Candelera el 2 de febrero.
"Para el 12 de junio, San Juan se hacía fiesta. Se daba la torta de caridad bendecida. Cada año dos familias se encargaban de prepararlas y las repartían a la salida de misa acompañada de un vaso de vino bendecido". MANUEL BIELSA.
Los domingos por la tarde se celebraba baile en el salón de Casa Joaquín encargándose de la música unos mozos de Casa Pepa con sus guitarras.
El cura subía desde Puyarruego en caballería unas veces y otras andando.
Al cartero también le tocaba subir andando el empinado camino desde Escalona.
El médico acudía desde Ainsa cuando la situación lo requería.
Por Muro solía aparecer de cuando en cuando un vendedor de Labuerda que con un cajón a la espalda iba vendiendo hilos, telas, etc, por los pueblos.
Si había que hacer alguna compra bajaban a Escalona y para compras de más envergadura acudían a Ainsa donde había bastante comercio y se compraba pescado entre otros productos.
Debido a la mecanización del campo que hacía inviable la maquinaria en una tierra abancalada y a la búsqueda de un mejor futuro que ofrecía las ciudades, los mureños poco a poco fueron bajándose de este elevado mirador, marchando en su mayoría a Barcelona, y alguna familia a Escalona y Barbastro.
Hasta el año 1999 permaneció habitado Muro de Bellós por los hermanos Duaso Puértolas (Marcelino y Teresa) de casa Miguel. No quisieron marchar de Muro como habían hecho anteriormente sus vecinos y solo el fallecimiento de Marcelino hizo que su hermana Teresa se bajara a vivir a Escalona con unos sobrinos, terminando el ciclo de vida en el pueblo.
Actualmente parece que hay un leve intento de levantar el pueblo por algunos descendientes y están intentando crear una asociación para defender los intereses de Muro y evitar que el pueblo acabe abandonado a su suerte.
Pueblo de una belleza extraordinaria tanto en su configuración interna como en el emplazamiento que tiene.
En febrero de 2017 se rodaron algunas escenas de la película "Bajo la piel de lobo" del director Samu Fuentes y protagonizada por Mario Casas, el cual da vida a un alimañero que vive en completa soledad en un pueblo perdido de la montaña. Muro toma el nombre de Auzal en la ficción.
Agradecimiento muy especial para Manuel Bielsa Puértolas de Casa Joaquín, a sus 94 años una autentica enciclopedia viviente de la vida en general y de su pueblo en particular. (Gracias a su hijo Manuel y a su nuera Ana Mari por las facilidades dadas para realizar la conversación).
Visitas realizadas en mayo de 1994, junio de 2010 y noviembre de 2017.
PUBLICADO POR FAUSTINO CALDERÓN.
Punto y aparte. Mi tercera visita a este singular y hermoso despoblado es una evocación constante a la primera vez que llegué hasta Muro en el lejano año de 1994.
No tenía conocimiento alguno de la situación en que se encontraba el pueblo.
Solo un nombre en el mapa y la visión que tenía de él desde Escalona me hacía intuir que el pueblo podría encontrarse vacío.
Una vez llegado al lugar y cuando empezaba a subir por la pequeña cuesta que me adentraba en el corazón del pueblo me llevé la sorpresa de ver a un anciano alto, delgado y con boina junto a la acacia que presidía la plaza y que miraba con curiosidad al visitante que en ese momento llegaba.
Seguramente me había visto en algún momento del trayecto antes de llegar al pueblo y por eso estaba expectante por ver quien era la persona que llegaba al pueblo en aquellos años en que apenas transitaban senderistas por estos lugares.
Yo por mi parte no esperaba encontrarme a nadie allí, pensé que el pueblo estaría deshabitado.
Un saludo mutuo fue nuestro primer contacto.
Enseguida Marcelino se interesó por saber quien era yo y que había venido a hacer a Muro.
Mostró extrañeza cuando le dije que venía a conocer el pueblo y más cara de asombro todavía cuando le comenté que venía desde Madrid.
Eso sirvió para romper un poco el hielo de la conversación. Fuimos cogiendo confianza, los dos estábamos a gusto, él hablando y yo escuchando. Nos sentamos debajo del balcón de Casa Joaquín.
Todo el pueblo fue desfilando de manera virtual delante de mis ojos según Marcelino me iba contando detalles de toda la vida cotidiana que se daba en torno a esa hermosísima plaza en la que nos encontrábamos.
Me enseñó el interior de la iglesia, desde el cementerio vimos el majestuoso paisaje que se abría ante nosotros. Rememoraba los años de la guerra civil y como vieron desde las alturas del pueblo la retirada del bando republicano hacía la famosa Bolsa de Bielsa.
Volvimos otra vez a la plaza. Seguíamos conversando del pasado, del presente y de lo que podría deparar el futuro para el mundo de manera global. Se interesaba por cosas de la vida en general, de Madrid y del cambio de rumbo que estaba tomando la sociedad.
Su hermana Teresa no apareció en ningún momento, se la sentía trastear en el interior de la casa y solo una vez la vi de manera fugaz asomada a la ventana.
Por allí andaba también un hombre con discapacidad intelectual y que según me contó Marcelino al fallecer su madre le acogieron él y su hermana en su casa. En ningún momento se acercó hasta donde estábamos nosotros. Siempre guardó una prudente distancia.
La tarde iba avanzando. El sol se estaba ocultando. Me encontraba a gusto. No sentía el paso de las horas. Mi interlocutor también estaba a gusto. Había pasado una tarde conversando con un forastero, lo que le había servido para salir un poco de la rutina diaria.
Teresa le llamó por su nombre desde el interior de la casa. Marcelino me hizo ver que la cena estaba lista. Tocaba poner punto y final a nuestro encuentro. Aún así estuvimos unos minutos más conversando y prometiendo por mi parte una nueva visita la próxima vez que estuviera por la zona.
Nos despedimos, salí de la plaza, enfilé la calle de bajada, volví la vista atrás y allí seguía Marcelino, igual que cuando llegué cuatro horas antes. De pie junto a la acacia. Nos dimos un último saludo con la mano y cogí el camino que me llevaría después de una hora de caminar y ya con la noche encima hasta Escalona donde tenía el coche. Pocas veces hice una caminata de vuelta más contento que en aquella ocasión. No me importaba que ya fuera de noche y que la luz de la luna fuera mi única iluminación. Llevaba la mente cargada de emociones, de sentimientos y de sensaciones.
Cuando subí nuevamente en 2010 a Muro con motivo de hacer el reportaje para el blog ya contaba con que seguramente Marcelino no iba a estar allí. Eran dieciséis años entre una y otra visita, muchos para que Marcelino y su hermana siguieran viviendo todavía en Muro.
Casa Miguel estaba completamente cerrada. No había rastro de vida humana. El silencio y la soledad se habían apoderado del pueblo.
Contemplé el poyo bajo el balcón de casa Joaquín donde pasé aquella tarde memorable conversando con Marcelino Duaso el último de Muro de Bellós. Poco había cambiado la plaza y las diferentes edificaciones que a ella se asomaban.
En este año 2017 hago mi tercera visita a Muro aprovechando que estoy unos días por la comarca.
Enseguida veo la vivienda "artificial" que han hecho transformando una borda para el rodaje de la película "Bajo la piel de lobo". Entro a su interior y veo el trabajo de atrezzo y escenografía que hicieron los responsables de la película para transformar el espacio interior y hacerlo pasar por una sencilla y rustica vivienda.
Subo por las eras hasta encaramarme a lo alto y desde allí contemplar una vez más el impresionante paisaje: Muro de Bellós en su incomparable ubicación, la Peña Montañesa, Punta Llerga, Peña Solana...
Me quedo unos minutos contemplando, tal y como hiciera en mis anteriores visitas. Esta visión se da pocas veces así que hay que disfrutarla.
Me encamino hacia el pueblo, algunas edificaciones caídas, entro en la plaza, todo sigue igual, inalterable: la escuela, la iglesia, el crucero, la acacia, casa Pepa, casa Miguel... y mis ojos una vez más se van hacia ese poyo bajo el balcón de casa Joaquín donde compartí cuatro horas de mi vida con Marcelino Duaso de Casa Miguel, el último de Muro de Bellós.
Un pueblo que siempre estará en lugar preferente en mis recuerdos. Ello se lo debo a su insólita belleza, a su ubicación, a sus inigualables vistas, al remanso de tranquilidad que allí se da y por supuesto por haber conocido y tratado al último guardián de este aéreo lugar.
Muro de Bellós en el año 1994.
Subiendo por el camino de Escalona aparece la primera visión de Muro en su aérea ubicación.
Vista panorámica de Muro desde el sur.
Vista de Muro desde las eras.
Entrando al pueblo.
Casa Suelo es la primera en aparecer, una de las dos viviendas que no están ubicadas en la plaza. Se marcharon a Ainsa.
Casa Ramón es la otra vivienda que no da a la plaza. Fue una de las casas de Muro más pudientes en sus tiempos. Emigraron a Barbastro.
Entrando a la Plaza Mayor de Muro.
Plaza Mayor de Muro de Bellós. Cruz de hierro sobre monolito. Acacia. De fondo casa Joaquín, casa Manuel y casa Miguel.
La plaza vista desde otra perspectiva.
Plaza Mayor de Muro de Bellós vista desde el campanario de la iglesia.
Extraordinario y fotogénico rincón formado por casa Joaquín, casa Manuel y casa Miguel.
Casa Joaquín, la más grande del pueblo y otra de las pudientes en tiempos pasados. De pintoresca configuración pues el acceso a la vivienda se encuentra al fondo y el grueso de la casa está delante. En la pared debajo del balcón los mozos se entretenían jugando al frontón.
"Nuestra casa parecía un cuartel, siempre estaba entrando y saliendo gente, aparte de todos los que éramos en casa mi padre tenía una pequeña herrería en la planta baja y siempre acudía algún vecino con un apero o alguna herramienta a reparar. En el salón de la casa se hacía baile todos los domingos. Aquí dormía la pareja de la guardia civil cuando hacían ronda por los pueblos y les tocaba pernoctar en Muro. También se quedaban a dormir los músicos cuando venían a tocar a las fiestas, amén de otras personas que estaban por aquí de paso".
MANUEL BIELSA.
Fachada lateral de Casa Joaquin.
Los de Casa Joaquín cuando se asomaban al balcón eran espectadores privilegiados de todo cuanto acontecía en la plaza.
Vista desde la puerta de casa Joaquín: Casa Manuel en primer término, Casa Miguel y al fondo la escuela.
Casa Manuel.
Casa Miguel. La ultima casa que se cerró en Muro de Bellos, Marcelino y su hermana Teresa fueron sus moradores.
Otro rincón de gran belleza en Muro es el que forman la iglesia y la escuela.
La iglesia parroquial de Santa María.
Atrio de la iglesia parroquial. Azulete desconchado de la pared. Poyos para sentarse en los laterales. Puerta de madera reforzada con clavos redondeados y de cabeza de diamante. Fecha tallada sobre una pieza rectangular de madera en su parte alta: AÑO 1805. Precioso crismón trinitario sobre la dovela central. En el verano de 2014 ante el peligro de desprenderse debido a las grietas que lo circundan, el experto en románico A. García Omedes y dos restauradoras procedieron a retirarlo de su ubicación y lo llevaron al museo diocesano de Barbastro-Monzón para su posterior limpieza y restauración quedando allí salvaguardado de haber caído en las manos del expolio.
Interior de la iglesia. Altar mayor y capillas laterales.
Escuela de Muro, estaba situada en la planta baja, quedando la planta de arriba como vivienda de la maestra.
Alrededor de una quincena de niños asistían a clase a últimos de los cuarenta y primeros años de los cincuenta.
Doña Oportuna fue una maestra gallega que ejerció enseñanza aquí durante varios años. Vivía con su marido (el cual cultivaba un huerto) y sus dos hijos: Pepiño e Inés. Otra maestra en el recuerdo fue doña Elia.
Casa Mur.
Casa Pepa.
Tejados de losa de pizarra con vertiente a dos aguas. La chimenea cilíndrica de casa Miguel aún resiste.
Desde el campanario de la iglesia vista de la Peña Montañesa en toda su majestuosidad, el río Cinca a sus pies.
Desde el pequeño cementerio que hay junto a la iglesia otra visión magnífica: el pueblo de Escalona en el ángulo donde se juntan los ríos Bellós y Cinca, por encima de este ultimo el pueblo de Laspuña.
Visión de las diferentes eras de trillar. Cada casa tenía la suya. Estaban ubicadas en el desnivel del terreno, cada una en un plano superior.
Era de trillar y borda.
La fuente y el lavadero.
Vista del pueblo desde la fuente.
Óleo de Muro de Bellós reproduciendo de manera fidedigna cuando el pueblo estaba habitado y los terrenos cultivados. Pintado por una hija de don Manuel Bielsa, preside el salón de su casa.
Hola Faustino, no tenia el placer de conocer este pueblo, muchas gracias por enseñarnoslo, sin duda lo visitare pronto, me parece precioso.
ResponderEliminarUn saludo.
Cristian.
Hola Faustino.Estubimos en Enero en Muro y nos enamoramos del pueblo y de su ubicación.Es una pena que estos pueblos caigan en el olvido y abandono,con tanto esfuerzo y sufrimiento que han costado mantenerlos a lo largo de los siglos.Si esas piedras hablaran ... Un saludo. Juanjo y Susana.
ResponderEliminarHola Juanjo y Susana. Para mi tambien tiene un significado especial este pueblo. En mi primera visita tuve ocasión de pasar una tarde inolvidable con el señor Marcelino cuando ya solo vivian él y su hermana en el pueblo. Me cautivó este pueblo por su ubicación como bien decis, por su distribución concentrado en torno a una plaza, por las vistas que se tienen y por la relajación que alli se siente.
ResponderEliminarSi es verdad que es una lastima que estos pueblos tengan este final con el sacrificio que costo levantarlos.
Gracias amigos, por dejar vuestras impresiones sobre el pueblo en forma de comentario.
Saludos.
impresionante trabajo. A las gentes que no gusta visitar estos lugares, pero sobre todo el trato humano que le das. Me encanta saber los nombres de las casas, los últimos habitantes, el que hacer de sus vidas en el pueblo.
ResponderEliminarmi gran felizitazión.
Hola, a pesar de llevar toda mi vida veraneando en la zona, fue este verano cuando descubrimos este precioso pueblo. Como bien decís, uno no puede si no que sentir lástima por el abandono de estos pueblos que con tanto sacrificio se levantaron, y donde tantas familias pasaron sus vidas. Este pueblo se encuentra en una situación privilegiada y cuando lo visita, parece que se detenga el tiempo. Cerrando los ojos cuesta poco trabajo imaginar como se vivia en ese pueblo.
ResponderEliminarPor otro lado, felicitarte por el blog, que justo he descubierto hoy gracias a un amigo.
Un saludo de Juan y Mireia
Lo que tenemos que hacer ahora los que vamos a visitar estos pueblos, es admirar y valorar a las personas que con tanto sacrificio sobrevivian en estos lugares.
EliminarEl tiempo se ha quedado detenido en todos los pueblos deshabitados, pero uno de los pueblos donde más se hace patente es en Muro de Bellós, uno puede quedarse horas sentado en la plaza e imaginarse como bien dices la vida cotidiana del pueblo.
Impresionante Muro de Bellós en todos los sentidos.
Gracias Juan y Mireia por vuestro comentario y espero que disfruteis con el blog.
Saludos.
Hola Faustino ,al mirar estos pueblos ,es dejar la imaginación volar y nos transporta a tiempos remotos ,es maravilloso cuando los visitas ,el tiempo se para y sientes tranquilidad y paz ,yo me quedaria alli,hay posivilidad de comprar una de ellas?
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con lo que dices en tu comentario Pilar, en cuanto a comprar una casa, has de saber que todas las casas por muy caidas y ruinosas que esten tienen dueño, asi que te tocaria intentar localizar a alguno de ellos y llegar a un acuerdo de compra.
EliminarSaludos.
Gracias por tu respuesta ,haces una labor estupenda ,quisiera saber como puedo contactar con el dueño ,saludos
ResponderEliminarEso ya es más complicado porque la mayoria estan en Barcelona, si tienes mucho interes tendrias que acercarte al pueblo de Puértolas y preguntar en el ayuntamiento por la manera de contactar con algun propietario, porque Muro pertenece a este pueblo a efectos administrativos.
EliminarSaludos.
Hola!
ResponderEliminarSubí corriendo al Muro de Bellós por la pista desde Escalona este pasado domingo (19/05/13) y, desgraciadamente, el estado de las casas ha empeorado mucho si lo comparo con las fotos de este blog. El acceso a la plaza es difícil por los derrumbes y todo parece a punto de colapsar. En las puertas de las casas cuelga un cartel que habla de una iniciativa de recuperación, pero parece no haber tenido demasiado éxito. Es una pena. El pueblo es precioso y la ubicación espectacular.
Gracias por publicar estos comentarios, que dan respuesta a las preguntas que te invaden cuando llegas allí: Quién vivía aquí? Cómo era su vida?
Hasta pronto,
Pau.
Pau me dejas un poco frío con lo que me cuentas de la agonía que esta sufriendo Muro de Bellós, aunque no por ello menos esperado, la ¨grafiosis¨ de los edificios no perdona. Es lo que tiene la despoblación, vas viendo morir lentamente a un pueblo. De un año para otro vas viendo los ¨mordiscos¨ que da el abandono y el olvido, lo que hasta hace poco estaba en pie, la siguiente visita que haces ya no esta tan bien, hasta que en otra visita esa casa se ha caído al suelo.
EliminarHaces una conclusión con la que estoy totalmente de acuerdo : El pueblo es precioso y la ubicación espectacular, así que sigamos disfrutando de las ruinas de Muro mientras que se pueda.
Gracias por tu comentario.
Saludos.
Me gustaría el poder contar con alguna de las fotos en las que aparece la cruz de la plaza. Digame como me puedo poner en contacto con Ud. Gracias anticipadas.
ResponderEliminarRafael en la columna de la derecha debajo de mi nombre y una fotografía mía hay un correo electrónico de contacto, ahí puede escribir.
EliminarSaludos.
HOLA FAUSTINO EL PUEBLO DE MURO DE BELLO ,ME APUESTO EL CUERPO LLENO DE MELANCOLÍA PUES ES TAN PRECIOSO AUN QUE ESTE EN RUINA ¡¡ NO E VISTO OTRO IGUAL MIRA QUE AY BONITOS PERO ESTE ES COMPLETO ASTA CON UN PAISAJE INIGUALABLE DIOS MIO . CUANDO A HECHO ESE SEÑOR EL COMENTARIO QUE A VUELTO AL PUEBLO AL CABO DE UN TIEMPO Y LO A VISTO PEOR MEDA GANAS DE LLORAR , PORQUE TU SABES MUY BIEN QUE GRACIAS A TUS REPORTAJES Y COMENTARIOS ALGUNOS PUEBLOS DE HABITADOS SE A VUELTO A RECONSTRUIR. BUENO COMO TU DICES MIENTRAS TANTO NOS IREMOS VIENDO PUEBLOS DES HABITADOS CONOCIENDO SUS HISTORIAS MIENTRAS TU LAS PONGAS EN BLOC HACE UNOS DÍAS TE VI EN UN PROGRAMA QUE ECHARON EN LA 2TV ESTUPENDO COMO SIEMPRE ME GUSTA MUCHO ESTE REPORTARE EN HORA BUENA FAUSTINO TE LO AS CURRADO UN ABRAZO GRANDE
ResponderEliminarUnos pueblos tendrán una segunda oportunidad de revivir y otros no. El caso de Muro es incierto. Lo tiene difícil pero casos más raros se han visto. El pueblo va deteriorándose a pasos agigantados. La ruina y la vegetación son las dueñas del lugar.
EliminarDisfrutemos de las maravillosas ruinas de Muro de Bellós mientras que el paso del tiempo lo permita.
Pueblo mágico donde los haya.
Una vez más gracias por tus agradables comentarios.
Un abrazo, amiga Nati.
Qué preciosidad de pueblo y qué maravilla que existan personas que los enseñan y los mantienen en pie gracias a sus miradas...
ResponderEliminarEspero ir pronto a verlo y sin duda mis ojos verán la belleza que, hasta la última piedra que allí persista, tiene y siempre tendrá.
Los bellos pueblos abandonados nunca lo serán mientras haya gente que los de a conocer y cuenten sus historias...
Gracias de nuevo.
Blanca.
Maravilloso lugar éste insólito pueblo de Muro de Bellós.
EliminarLa primera vez que uno va allí se queda sin palabras ante lo que ve.
Su ubicación, su estructura, su arquitectura, sus vistas, le hacen ser un pueblo deshabitado de primera categoría.
Cuando lo visites no te va a dejar indiferente. Vas a salir con la mochila repleta de sensaciones.
Gracias Blanca por este encantador comentario.
Un cordial saludo.
Cuanta belleza, cuanta nostalgia y cuanta tristeza. Un saludo
ResponderEliminarPerfecta definición.
EliminarGracias por dejar tu comentario.
Un cordial saludo.
Hola Faustino,
ResponderEliminarEnhorabuena por la gran labor que supone sacar adelante este blog. Como gran fanático de Llamazares y su "lluvia amarilla" y siendo mi familia paterna de Laspuña no he podido evitar emocionarme al ver las fotos y leer las historias.
Un abrazo y gracias de nuevo por la labor,
Dani
Hola Dani.
EliminarMuchas gracias por tus palabras y por saber valorar el trabajo que hay detrás del blog.
La lluvia amarilla es "la biblia" de todos los apasionados de la despoblación. Cuando se ha leído este libro los despoblados se ven de otra manera.
Muy cerca de Laspuña se encuentra esta maravilla de Muro de Bellós. Impresionante en todos los sentidos.
Gracias por dejar tu comentario.
Un abrazo.
Bonjour Faustino
ResponderEliminarLl histoire du village Muro de Bellos me touche particulièrement, j’apprends en vous lisant l’emplacement de la casa Mur, la maison de mes ancêtres.
Ce village est magnifique et très émouvant.
Merci,
Véronique Mur
Buenas noches Véronique.
EliminarEn este pueblo tan hermoso están parte de tus raíces.
Como ves está situado en un marco incomparable de belleza pero hay que decir que la vida era dura en este lugar.
Ahora lo podemos ver como algo idílico pero para sus antiguos pobladores no lo sería tanto.
Gracias por dejar tu comentario.
Un cordial saludo.
Hola,
ResponderEliminarPrecioso pueblo en un paraje impresionante, esas gentes tuvieron que ser muy felices aunque fuera dura la vida alli...gracias por tu trabajo espero ir a visitarlo pronto.
Saludos.
Sonia.
13 de octubre del 21 cada año visito huesca me encanta pero no dejo de visitar este triste pueblo que tuvo que ser algo maravilloso de poder vivir en el a pesar de todas las penumbres que te podias encontrar
ResponderEliminarMi abuelo nació en Muro de Bellos, su nombre Domingo Soro Aguilar 1866
ResponderEliminarpero no llegué a conocerlo si queda algun familiar por Aragón que lo escriba. Gracias
Hola
ResponderEliminarconoces a los dueños de las eras de trillar?