El Meüll es el pueblo más alto del municipio de Castell de Mur y un esplendido mirador sobre toda la Conca de Tremp (el balcón de la Conca).
Es un núcleo de gran belleza agrupado alrededor de una plaza, compuesto de ocho viviendas y siete masías dispersas en su término, entre las que se encuentran Falset, Hereu, Farmicó, Sellemana, Cumons, Condó y Eloy.
Alsineret
Barranc d´Auberola
Barranc d´Eloi
Bassa del Camps
Bassa del Cementiri
Carboné
Corral de Falset
El Comellá
El Forat Negre
El Pla de Fillat
El Planellot
El Pou del Parrot
El Rengar
El Viñal
Ferriol
Font de la Rourera
Font de Sant Bernat
Font de la Viña
Font del Vasó
Font dels Prats
Fontfreda
L´Hort de Llució
L´Hort dels Colls
L´Obac
L´Olsiná
La Colomina
La Collada
La Coma
La Plana
La Roturadó
La Serradella
La Viña de Batllevell
La Viña de Fillat
La Viña de Ramonet
Les Solanetes
Llau de la Mulla
Los Camps
Los Pous
Peu del Prat
Sant Bernat
Tros Gran
Vivé de la Serra
**Son algunos topónimos de lugares comunes de El Meüll que quedaran para siempre en el recuerdo de las gentes que habitaron el pueblo**
Nunca conocieron el agua y la luz eléctrica en las casas (los candiles de aceite y de carburo fueron su iluminación).
"Teníamos unos parientes en Barcelona que cuando venían aquí a pasar unos días siempre se estaban quejando de que todo estaba muy oscuro y no se veía nada. Nosotros veíamos todos los rincones de la casa con claridad puesto que estábamos acostumbrados a ello". AGUSTINA MORA.
Un pueblo ganadero principalmente, con rebaños de ovejas como principal recurso. Ovejas que desde el principio de verano se subían en la trashumancia hacia el Coll de Cantó entre Sort y la Seu d´Urgell regresando al pueblo para el otoño. Más tarde se dejó de realizar la trashumancia porque disminuyó el número de ovejas y se mantenían en el pueblo. Aumentó entonces la cría del cerdo.
En la agricultura el trigo y la cebada eran sus principales cosechas, grano que se llevaba a moler primero al molino de Mont-rebei y años más tarde a la harinera de Tremp.
Eran también buenos productores de carbón aprovechando las abundantes encinas que había en su término. Carbón que se llevaba a vender a Tremp los lunes que era día de mercado, adonde llevaban también para su venta pollos que criaban en las casas, así como los conejos y perdices que cazaban en el monte y que vendían a los remasadores que se encargaban de comprar estos animales para luego llevarlos a Barcelona y de paso aprovechaban para abastecerse de productos de primera necesidad que no había en el pueblo.
Por El Meüll subía periódicamente el Pere, pelaire de Puigcercós comprando pieles de animales.
Mosén Joan subía desde La Guardia de Tremp a oficiar los actos religiosos.
"El mosén cuando subía a El Meüll a oficiar la misa, por el camino ya aprovechaba para practicar la caza, llegaba al pueblo con la escopeta al hombro y las piezas que hubiera cobrado, después de dar la misa se tomaba un caldo en Casa Castell y se iba otra vez por el mismo camino a seguir afinando la puntería".
RAMÓN PORTA.
El médico subía cuando no había más remedio con caballería desde Tremp, en caso contrario les tocaba a los vecinos bajar o incluso llevar entre varios vecinos al enfermo en unas parihuelas hasta la carretera donde lo pudiera recoger un vehículo.
"En febrero del 44 bajó mi padre con la mula a Tremp a avisar al médico por partida doble (parto y enfermedad) con dos palmos de nieve que había que apenas podía caminar.
Cuando llegó el doctor yo ya había nacido y mi abuelo había fallecido. En el mismo día ocurrieron los dos sucesos. Apenas tuvieron tiempo de decirle a mi abuelo que había sido un niño antes de que falleciera". RAMÓN CUBERES.
El cartero venía desde Santa Llúcia de Mur a repartir la correspondencia. Luego uno de casa Batllevell se encargaba de repartir las que hubiera para las masías.
Natividad García Rodríguez fue la última maestra que impartió enseñanza en la escuela de El Meüll antes de que esta se cerrara definitivamente.
"Mis padres fueron trasladados de Málaga a Cataluña en 1952, aquí nos vinimos mis hermanas Mercedes, Mari y yo, mi hermano el mayor se quedó en Málaga. Cambiamos el cielo azul, las casitas blancas y un mar maravilloso por un pueblo de montaña magnifico (los Pirineos siempre a la vista) pero donde hacía mucho frío y carecíamos de algunas comodidades. Cuando llegamos al pueblo nos recibieron muy bien todos los vecinos. Mi madre (Natividad García Rodríguez) era la que daba clase en la escuela y mi padre (José Gil Gil) iba por las masías dando clases a los niños que ya habían acabado la escuela. Mi padre se recorría andando los caminos de una masía a otra impartiendo enseñanza a los niños que allí vivían. Los masoveros fueron siempre muy agradecidos, le regalaban muchas cosas y el siempre volvía a El Meüll cargado como un mulo.
Para nosotras era toda una aventura, nos parecía todo bonito, nos adaptamos muy bien, incluso hablábamos el catalán, pero a mis padres les costó más adaptarse, sobre todo por la dureza del clima y por la incomodidad de tener que ir andando a todos los sitios, y no veas que caminatas, siempre por sendas, aunque los del pueblo les dejaban algunas veces una mula para bajar a Tremp, pero se llevaba mucho tiempo en los desplazamientos y con malas condiciones climatológicas.
En El Meüll estuvimos hasta 1960, año en que se cerró la escuela porque ya no quedaban niños. A mi madre la destinaron al pueblo de Valdepinillos en Guadalajara. La despedida fue muy triste, fueron ocho años de nuestra vida allí, toda la infancia. Mucho pesar de tener que despedirme de mi amiga Dominica de Casa Joaquim y de Angeleta de Casa Castell, que me hizo un vestidito a cuadros para la ocasión, del cual conservo una foto". NATIVIDAD GIL.
El patrón de El Meüll era Sant Martí al que celebraban fiesta el 11 de noviembre, aunque la Festa Major se realizaba el 24 de septiembre para la Mercè una vez que se habían terminado las faenas del campo. Para ese día se comían dulces típicos como los pestiños y las almendras garrapiñadas acompañados de un buen moscatel. En la comida se solía matar un pollo para la ocasión y ya por la tarde empezaba el baile en la plaza amenizado por Joan Boixet, acordeonista de Eroles y luego años más tarde subía el acordeonista Vicens de Casa Claverol de Palau de Noguera. Si hacía mal tiempo se hacia en el interior de la escuela o en el salón de Casa Batllevell.
Acudía la juventud de Castellnou, Castissent, Vilamolat, Figols, Eroles...
"El Joan de Eroles era el mejor acordeonista que había en toda la comarca, tocaba muy bien, estaba muy solicitado en todos los pueblos donde hubiera fiesta".
JOSEP CASTELL.
"Como yo era un poco inquieta, sin querer al pasar junto al músico le di una patada al tambor con el que tocaba y se lo dejé hecho añicos. Menuda la que armé, vaya disgusto y encima un severo castigo el que me pusieron mis padres".
NATIVIDAD GIL.
Participaban también el primer domingo de mayo en la fiesta de las banderas. Acudían todos los pueblos del municipio hasta la iglesia de Mur. Las gentes de El Meüll salían a las 10 de la mañana y tardaban una hora en realizar el recorrido. Cada pueblo iba encabezado por su bandera que solía ser llevada por un mayordomo, normalmente era algún mozo que entrara en quintas ese año. Se hacia una misa para dar gracias por el buen año que habían tenido y pedir que fuera bueno el siguiente, luego hacían una comida todos juntos en la explanada y por la tarde regreso cada grupo hacia su pueblo.
El día 3 de mayo iban de romería a la ermita de la Mare de Déu
d´Arbull.
En los ratos libres la gente se dedicaba a la caza, también se juntaban a jugar a la butifarra (un juego de cartas típico en Cataluña) en los poyos de la calle o en alguna casa.
"En mayo salíamos los niños con mi madre y recogíamos flores silvestres por el campo, con ellas se hacia un altar precioso en la iglesia, donde todas las tardes de mayo se rezaba el rosario a cargo de algunos vecinos y de los niños.
En algunas ocasiones se hacía teatro, así se intentaba que los niños tuvieran más soltura y más expresión, a la gente les gustaba mucho, venían de las masías y de un pueblo cercano.
En verano nos montábamos en los trillos en la época de la trilla".
NATIVIDAD GIL.
En los años 50 y 60 se fue produciendo una fuerte emigración de los vecinos en busca de una mejor calidad de vida donde hubiera más servicios y posibilidades de prosperar.
"La vida en El Meüll era muy dura. No había más que caminos de caballería para desplazarse, las incomodidades eran muchas para realizar los trabajos del campo. No había luz ni agua. Se habían ido casi todos. Mi padre había fallecido unos años atrás, así que cuando yo regresé del servicio militar nos marchamos toda la familia". PEPITO PARISI, de Joaquim.
"Mi padre como no era de aquí no estaba apegado al pueblo. Todo era muy duro. Tenía que hacer todas las faenas él solo porque nosotros eramos pequeños. Todo hacerlo a mano. Mis padres decidieron que nos bajáramos a Tremp que era terreno más llano para trabajar la tierra". RAMÓN CUBERES, de Llució.
El pueblo se mantuvo con vida hasta el año 1973 en que Josep Belart de Casa Castell con su esposa Agustina y sus cuatro hijos cerraron su casa y se marcharon a Tremp.
"Yo no es que me quisiera marchar de aquí, pero ya nos habíamos quedado solos y no era tampoco agradable la situación, además el cierre de la escuela nos empujó a marcharnos porque ya teníamos que dejar a los hijos internos, así que nos bajamos a vivir a Tremp y desde allí yo podía subir a diario a atender las faenas agrícolas". JOSEP BELART, de Castell.
El pueblo pese a no estar habitado permanentemente desde entonces, se ha conservado en relativo buen estado. Algunos de los hijos del pueblo no lo han dejado caer en el olvido y con su constante y diaria presencia han mantenido encendida la llama de la recuperación. Actualmente cuentan con luz eléctrica y agua en las casas, lo que unido a la mejora del camino de acceso y a la rehabilitación de alguna vivienda (hasta en número de cuatro) hace que El Meüll vaya levantando cabeza y como quiera que está en un entorno privilegiado pueda volver a recuperar el encanto y esplendor que tuvo en el pasado. Se ha rehabilitado la escuela y la casa de los maestros para turismo rural (L´Estudi) con lo cual es posible alojarse en ella.
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Informantes:
Josep Belart (Pepito Castell) de Casa Castell
Ramón Porta de Casa Ramonet
Agustina Mora de Casa Parrot del Mas de L´Hereu
Ramón Cuberes de Casa Llució
Josep Parisi de Casa Joaquim
Natividad Gil García, hija de Natividad García, última maestra de El Meüll
Visitas realizadas en septiembre de 1997, noviembre de 2009, septiembre de 2014, septiembre de 2015, septiembre de 2017, septiembre de 2018, septiembre de 2019 y septiembre de 2022.
PUBLICADO POR FAUSTINO CALDERÓN.
Punto y aparte. Conocí de la existencia de este pueblo en 1997 gracias a Tonet Gasset, el último habitante de Claramunt. Estando allí en su pueblo me habló de algunos pueblos que se habían quedado vacíos en la Conça y entre ellos me nombró El Meüll. Así que como me pillaba cerca me decidí a hacerle una visita. Quedé prendado de la ubicación y la belleza de este pequeño núcleo.
La primera impresión nada más entrar a la plaza es algo que no se me olvidara nunca. Allí se agrupaban varias viviendas, la iglesia y la escuela, dando un encanto tremendo a la plaza. No había un alma por las calles y solo una casa se mostraba en buen estado (casa Joaquim). El silencio era apabullante. Recorrí tranquilamente todos sus rincones, admirando la belleza de Casa Batllevell. Subí hasta el castillo que todavía no estaba rehabilitado. Las vistas desde allí de toda la comarca eran fabulosas. Me marché de El Meüll con una sensación indescriptible, me había enamorado este pueblo, tanto es así que cuando empecé a hacer el blog tenía claro que era uno de los primeros pueblos que tenía que volver a visitar para incluirlo en mi trabajo.
En esa segunda visita en 2009 el pueblo había cambiado poco salvo el castillo que ya había sido rehabilitado de una manera muy personalizada. Otra vez que no vi un alma por las calles y el mismo encanto y la misma sensación de tranquilidad que la primera vez. Sentado en el poyo de casa Batllevell me quedé un rato contemplando lo que mis ojos veían y dejando que el silencio hiciera el resto.
Mi tercera visita a El Meüll se ha producido con motivo de la invitación que me realizó Ramón Porta para asistir a un hecho histórico para El Meüll como era la inauguración de la luz eléctrica. No podía faltar al evento en un pueblo que me traía tan gratos recuerdos de mis visitas anteriores.
Allí se dieron cita casi doscientas personas para celebrar el día, la ocasión lo merecía porque no es nada fácil el logro conseguido, pero el empeño de sus gentes lo hicieron posible.
Fue un día inolvidable y particularmente para mi también lo fue. Mi mujer y yo nos sentimos muy a gusto y muy halagados por sus gentes con un trato exquisito hacía nosotros, por lo que no podíamos menos que estar enormemente agradecidos.
Mil gracias por su trato y su hospitalidad a la familia Porta al completo, a la familia Belart al completo, a Enric y Mercè, a Antoní y Pepita.
Un día memorable en mi recuerdo, para no olvidar.

Foto cedida por Marta Porta.
Año 1949. Vista panorámica de El Meüll.
(Fotografía hecha por un grupo de cazadores que estuvieron pasando unos días por la zona).
Año 1997. Vista panorámica de El Meüll.
Foto cedida por Antonia Galera.
Año 2017. Preciosa estampa invernal. El paso de la nieve convierte a El Meüll en una imagen de postal.
Año 2015. "El balcón de la Conca". Vista panorámica de El Meüll en su privilegiada ubicación.
Año 2009. Entrando a El Meüll. No era la entrada original al pueblo, aquí había una era de trillar cerrada, el camino venía por debajo y subía una pequeña pendiente delante de la era.
Año 2009. Entrada a la plaza. Casa Batllevell al fondo, la escuela a la derecha.
Año 2009. Sant Martí de El Meüll. Construida sobre la pura roca. De planta rectangular y ábside orientado al norte. Tejado de losa de pizarra a dos vertientes. Contrafuertes reforzando la fachada lateral. Espadaña con dos vanos verticales. De mayor tamaño el inferior (para campana) y más pequeño el superior (para campanillo). La rectoría adosada a la izquierda.
Año 2022. Interior de la iglesia. La maleza y los escombros se han apoderado de ella. Amplio boquete en el techo. La talla de Sant Martí se conserva en un baúl en la iglesia de Mur. La custodia y un cáliz se conservan en Santa María de Valldeflors en Tremp.
Foto cedida por Ramón Cuberes.
Año 1949. Interior de la iglesia. Altar mayor.
(Fotografía hecha por un grupo de cazadores que estuvieron pasando unos días por la zona).
Año 2009. La escuela de El Meüll.
"La planta baja era la escuela, a la cual se entraba por una puerta que hay a la izquierda del pasillo. Al lado de la ventana estaba el sillón y la mesa, sobre la cual había una carpeta granate, el plumier, un tintero de tinta china y el sello de la escuela. La pizarra en la pared de enfrente y a la espalda de los niños un mapa que pintó mi madre con todas las regiones de España, cada una con sus bailes típicos y sus trajes. En las paredes de cada lado había unos paisajes que pintó mi madre.
Cuando nosotros llegamos aquí, había unos veinte niños y niñas aproximadamente, que luego lógicamente con la emigración fueron mermando cada vez más.
Mi madre era sorda, pero para dar clases era maravillosa, controlaba muy bien a los niños y era muy respetada, mi padre era más severo con ellos cuando sustituía en alguna ocasión a mi madre, a menudo los castigaba poniéndolos de cara a la pared y les daba con la regla, cosa que disgustaba mucho a mi madre, como comprenderás los niños estaban como locos porque fuera mi madre la que los diera clase.
Subiendo la escalera, en la primera planta estaba el salón a la izquierda, una habitación y el retrete. Junto al balcón había una mesa redonda y dos sillones que fabricó mi hermano, donde acostumbraban a ponerse mis padres y donde entre añoranza y melancolía se ponían a recordar sus lugares de origen, él de Madrid y ella de Málaga. Desde aquí se veía la plaza y parte del camino que va a la fuente.
Mis padres eran más bien caseros, él si se relacionaba más con la gente del pueblo, ella con eso de no poderse comunicar trataba menos, aunque no era impedimento para estar siempre dispuesta para lo que hiciese falta, tan pronto ayudaba a sanar alguna enfermedad como enseñaba a coser y bordar a las niñas. La gente era muy agradecida y cuando hacían la matanza les obsequiaban con buenos presentes.
En la última planta había otra habitación y la cocina donde estaba la chimenea con bancos de madera a cada lado.
En verano al acabar las clases, nos bajábamos a Tremp para cambiar de aires, alquilábamos dos habitaciones con derecho a cocina y allí estábamos hasta que tocaba volver de nuevo a El Meüll".
NATIVIDAD GIL.
"A pesar de tener cinco años no me dejaban entrar a la escuela, se ve que era pequeño todavía. Así que estábamos toda la mañana por la plaza jugando la Neus de Batllevell y yo. Me acuerdo de asomarme por el ventanal que hay junto a la puerta y ver a un señor con un bigote muy grande. Era el maestro".
RAMÓN CUBERES.
Escuela actualmente rehabilitada por sus propietarios, Enric y Mercè y dotada de todos los servicios. Está dedicada al turismo rural. Es posible alojarse en ella y poder disfrutar de un lugar privilegiado, un remanso de paz, con unas vistas espectaculares y uno de los cielos más estrellados que se pueda encontrar.
A la izquierda de la escuela casa La Xisca.
Foto cedida por Ramón Cuberes.
Año 1949. Niños y niñas de El Meüll posando para la foto delante de casa Joaquim.
(Fotografía hecha por un grupo de cazadores que estuvieron pasando unos días por la zona).
Año 2009. Casa La Xisca. Vivió en ella el matrimonio formado por Josep y Maria. Se marcharon a Palau de Noguera. (Actualmente es una casa de turismo rural).
Año 2009. Casa Batllevell, la más pudiente del pueblo.
Vivió en ella el matrimonio formado por Martín y Montserrat (natural de Alsina) con los cuatro hijos que tuvieron (Pepito, Martí, Ramón y Neus), además de Montserrat (hija del primer matrimonio de Martin).
Preciosa portada en arco de medio punto con las dovelas pintadas en azulete. Poyete lateral a la puerta. El dueño de esta casa era tratante de ganado (caballos y mulas). Fue la antepenúltima vivienda en cerrarse. Se marcharon para Lleida.
Año 2009. Casa Batllevell. Amplio patio adonde daba la vivienda y las edificaciones auxiliares. Vista de la casa por su parte trasera. Doble juego de galerías solaneras (falta la superior izquierda) construidas en arco de medio punto con barandillas de madera buscando el sol de mediodía. Preciosa edificación ya derrumbada. Algún año se celebraba en el salón de esta casa el baile de las fiestas patronales, así como bailes locales los domingos por la tarde. La espadaña de la iglesia asoma por detrás.
Año 2009. Casa Castell, la ultima vivienda en cerrarse en El Meüll. Vivía en ella Josep Belart y su esposa Agustina Mora, natural del cercano Mas de L´Hereu. Tuvieron cuatro hijos. La emigración los llevó a Tremp.
"Junto con la de Batllevell eran las dos casas más grandes del pueblo. Cerca de aquí pasaba una cabañera por donde transitaban los rebaños que hacían la trashumancia desde las montañas a las tierras más bajas. En casa pernoctaban los pastores y ganaderos cuando les pillaba por aquí, también la pareja de la guardia civil cuando estaba de ronda lo hacía. Como no teníamos luz nos alumbrábamos con lámparas de camping gas y anteriormente con candiles y velas".
JOSEP BELART.
"Angeleta, la madre de Pepito Castell (Josep Belart) siempre fue muy especial con toda nuestra familia. A mi hermana pequeña y a mí nos quería mucho y siempre la hemos recordado con mucho cariño. Hacia unas cocas con azúcar en el horno comunal para la fiesta de San Martín que eran para chuparse los dedos.
Por las tardes nos hacia unas yescas de pan con miel, jamón y unas olivas. Cuando le cogíamos hierba para los conejos siempre nos daba chocolate y caramelos. La recuerdo mucho cosiendo en la galería. A mí me hizo un vestido de cuadritos muy bonito. Era muy buena persona, lo mismo que el resto de su familia".
NATIVIDAD GIL.
Año 2017. Casa Castell. Los primeros rayos solares del día van dando diferentes tonalidades a la fachada. Casa Lluis a la izquierda.
Año 2015. El autor del blog escuchando a los que tienen mucho que contar (Josep Belart de casa Castell).
Año 2017. Casa Lluis. Vivió en ella el matrimonio formado por Ventura y Consuelo. Tuvieron dos hijos (Jaume y Josep). Emigraron a Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona).
Año 2009. Plaza de El Meüll. De frente Casa Joaquim, con celler (bodega) a la derecha donde se encubaba el vino y se ponía a secar las cebollas y los productos de la matanza. Fue la penúltima casa que se cerró en El Meüll.
Vivió en ella el matrimonio formado por Berenguer Parisi y Dominica Rocamora. Tuvieron tres hijos (Fermín, Josep y Dominica). En 1966 se marcharon a Lleida. Años después la compró Ramón Porta de Casa Ramonet.
"En la plaza jugábamos los niños en verano, al pilla pilla sobre todo, mientras los mayores estaban sentados en el poyo, aquí también se prensaba el mosto y me acuerdo mucho de la animación que tenía el día de la fiesta, por no contarte de los inviernos cuando nevaba que siempre hacíamos un muñeco de nieve muy gordo, le poníamos ojos de carbón, una manzana de nariz y un tomate seco, que por cierto eran unos inviernos muy crudos, cuando nevaba lo hacía a lo grande, teníamos que abrir camino de casa a casa". NATIVIDAD GIL.
"Una tarde de domingo estaba jugando aquí en la plaza con otros niños y tuve una mala caída, con lo cual me rompí el brazo. Tuvo que bajarme mi padre en la mula hasta Tremp para que me lo sanara el doctor". RAMÓN CUBERES.
Año 2009. Casa Joaquim y la entrada a la rectoría vistas desde la puerta de la escuela. La rectoría la usaban los de Batllevell para guardar forraje.
Año 2017. Callejón de Fillat. A la izquierda puerta de la casa de Fillat de Baix, a continuación casa Nofre, al fondo casa Llució y a la derecha puerta de casa Fillat de Dalt.
Año 2017. Casa Llució. Tenía cuatro habitaciones, cocina, salón, pastera para amasar el pan, despensa, pajar y cuadra.
Vivió en ella el matrimonio formado por Ramón Cuberes (natural de Montsó) y Generosa Balagué. Tuvieron tres hijos (Josep, Ramón y Carme). Cerraron la puerta de la casa en 1951. Se marcharon a Tremp y en una segunda emigración lo hicieron años más tarde a Manresa (Barcelona).
A la izquierda puerta original tapiada de casa Nofre. Fue de las primeras que se cerró en El Meüll y la compraron los de Llució para guardar animales.
"Se me quedó el recuerdo grabado de cuando era niño de ver a dos maquis comiendo en nuestra casa con aquellas metralletas que llevaban entonces. Como mi padre era el alcalde pedáneo tuvimos que darles de comer. Después se marcharon. Como eramos un pueblo bien avenido nadie denunció nada.
Nos bajamos a vivir a Tremp donde estuvimos de masoveros. A los diez años de estar allí hubo un incendio en el pajar que teníamos con lo que se nos quemó todo lo que había en el interior. Mis padres ya consideraron la opción de marcharse. Me fui yo primeramente a Manresa donde teníamos unos parientes lejanos y a los seis meses ya se vino el resto de la familia". RAMÓN CUBERES.
Año 2017. Callejón hacía la plaza. Portada tapiada de casa Nofre y al fondo puerta de Fillat de Baix.
Año 2017. Casa Fillat de Baix. Los últimos que vivieron en ella fue el matrimonio formado por Maria Pociello (heredera de la casa) y José Canelles. Tuvieron seis hijos: Mercè, José, Montserrat, María, Concepción y Lidia.
María falleció poco después de nacer la hija pequeña y José se quedó viudo a cargo de los hijos. Estos con el tiempo fueron emigrando a diversos lugares de Cataluña excepto Montserrat que se quedó con el padre.
Posterioremente Montserrat se casó con José Claverol natural de Chiriveta (Huesca). Al poco tiempo cerraron la casa y el matrimonio se marchó con el abuelo José a Suterranya donde estuvieron viviendo los primeros años como masoveros hasta que compraron su propia vivienda que curiosamente rebautizaron como casa Fillat, en recuerdo a la que tenían en El Meüll.
Año 2014. Casa Ramonet. En el año 51 cerraron la casa y se marcharon a Palau de Noguera.
Vivió en ella el matrimonio formado por Miquel Porta Sorigué y María Juanchich Montsou, además de dos hermanos solteros de Miquel (Josep y Carme), los abuelos (Miquel Porta Carreras y Dolors Sorigué Camps) y tres de los cinco hijos que tuvo el matrimonio (Pepito, Enriqueta y Ramón), los dos últimos (Miquel y Dolors) nacieron ya en Palau de Noguera.
"Tengo recuerdo de cuando era niño de un personaje que paraba siempre en nuestra casa: el santero de la ermita de la Mare de Déu d´Arboló, recorría periódicamente todos los pueblos de la comarca pidiendo un donativo para el mantenimiento de la ermita. Llevaba una capillita pequeña con la imagen de la santa en su interior y debajo tenía un pequeño cajón con una ranura donde la gente echaba dinero (capilla limosnera). Cuando venía por El Meüll siempre se quedaba a dormir en nuestra casa. Recuerdo a mi padre y a él sentados en la cocina hasta las dos o tres de la mañana hablando de todo lo que acontecía en la comarca". RAMÓN PORTA.
Año 2009. Horno comunal. Cada semana una casa diferente se encargaba del mantenimiento, les tocaba poner la leña y calentar el horno, cuando estaba listo para cocer el pan, el alguacil tocaba la trompeta para hacérselo saber a los vecinos.
"Hacían aquí las mujeres unos panadones de espinaca deliciosos. Lo mismo que las cocas". PEPITO PARISI.
Foto cedida por Marta Porta.
Año 1949. Vecino del pueblo llevando las mulas a la cuadra. Junto a la puerta de la escuela se gira para observar con curiosidad al fotógrafo que le está retratando.
(Fotografía hecha por un grupo de cazadores que estuvieron pasando unos días por la zona).
Año 2009. Castillo de los señores de Sullá, familia nobiliaria muy poderosa en la Conca de Tremp. Lo compró Josep Belart de casa Castell y lo utilizaba para guardar cerdos. Posteriormente lo adquirieron unos particulares de Tremp y lo rehabilitaron añadiéndole una barandilla de acceso y la última planta acristalada.
"Antes no era como se le ve ahora, tenía una torre que sobresalía por encima, se veía incluso desde Tremp.
La puerta siempre la conocimos cerrada pero tenía un agujero por el que se veía un salón muy grande en el interior. Por fuera era uno de nuestros lugares preferidos para jugar, allí íbamos mi hermana Mari, mi amiga Dominica y una perrita que teníamos, se llamaba Viola y nos la regaló Pepito de Casa Castell. Por allí hacíamos nuestras ¨casitas¨ y cogíamos caracoles". NATIVIDAD GIL.
Año 2009. La fuente de El Meüll situada a unos 200 metros del pueblo. En verano escaseaba el agua y lo tenían que racionar: dos cántaros diarios por familia. Abrevadero para los animales a la izquierda.
Año 2017. Cementerio.
Año 2015. La excepcional vista que tenían los habitantes de El Meüll de toda la Conca de Tremp. El pueblo de Tremp en el centro, el pantano de Sant Antoní por detrás y el pueblo de Talarn a la izquierda sobre una elevación del terreno como lugares más visibles de los más de una docena de pueblos que se divisan desde aquí.
Foto cedida por Pepita Baldomà
Año 2014. Mas de Sellemana. Situada al sur de El Meüll, a veinte minutos de camino. Los últimos en vivir en ella fue el matrimonio formado por Agustí Berga (natural de Alsina) y María Fillat (heredera de la casa), junto al hijo que tenían, Antoni Berga.
"Dos tíos míos desaparecieron durante la guerra civil y un tercero se exilió a Francia, por lo que mi madre pasó a hacerse cargo de la casa.
En la masía eramos autosuficientes. Cultivábamos trigo y cebada y disponíamos de un rebaño de ovejas. Teníamos horno para el pan y prensa para el vino, en las cercanías había una fuente de agua natural.
En 1967 cerramos la puerta de la casa y nos marchamos a Balaguer debido al despoblamiento que se estaba dando en toda la zona y yo además tenía el gusanillo de prosperar y aprender un oficio". ANTONI BERGA.
Año 2018. Mas de L´Hereu, a veinte minutos de camino al oeste de El Meüll. Estaba formado por dos casas: Gunguriò y Parrot. Cada una tenía su horno para el hacer el pan.
Año 2018. Casa Gunguriò en el Mas de L´Hereu. Vivió en ella el matrimonio formado por Agustí y María. Tuvieron un hijo (Josep).
Año 2018. Casa Parrot en el Mas de L´Hereu. Vivía en ella el matrimonio formado por Agustí Mora y Rosalia Puy. Tuvieron tres hijas (Rosa, Agustina y María).
La vivienda tenía cinco habitaciones. Candiles de aceite y carburo fueron sus fuentes de iluminación. La fuente para abastecerse de agua para consumo les pillaba a quince minutos de la masía.
"Sembrábamos trigo y cebada, el grano lo llevábamos a moler al molino de
Mont-rebei. Teníamos también olivos, cuya aceituna la llevábamos al molino de aceite de Benlliure, algunas veces íbamos al de Figols o al de Vilamolat. Sacábamos para el consumo de la casa. Teníamos un rebaño de ovejas, solo nosotros puesto que los de Gunguriò no tenían.
Mis hermanas y yo íbamos a la escuela al pueblo. Normalmente comíamos en casa de Fillat y después en la de Batllevell. Si nevaba o hacía muy mal tiempo venía nuestro padre con una mula a recogernos.
Mis padres decidieron emigrar porque la vida se les hacía muy dura en L´Hereu, había fallecido mi hermana pequeña, la María en un trágico accidente y ya no querían estar más allí. Sobre el 62/63 se bajaron a Tremp, mis padres y mi hermana Rosa que ya se había casado con mi cuñado Marti natural del pueblo de Tercui.
Yo ya no vivía en la masía puesto que me había casado con el Josep de Casa Castell y vivía en el pueblo". AGUSTINA MORA.
Año 2018. Ermita de Sant Jordí en el Mas de L´Hereu. Puerta en arco rebajado. Tejado de losa de pizarra a una sola vertiente. Solo se oficiaba misa una vez al año. Era propiedad de Casa Parrot.
"Hacíamos fiesta el 23 de abril, día de Sant Jordi. Íbamos a buscar al cura con una mula a Guardia. Después de la misa una comida un poco más especial que cualquier dia y eso era todo lo que daba de si la festividad". AGUSTINA MORA.
Año 2019. Mas de Condó. Situado a dos km. al noroeste de El Meüll. Tenía trescientas hectáreas de terreno.
Cultivaban trigo y cebada principalmente. Poseían olivos en buen número. Contaban con un rebaño de ovejas y dos pares de mulas.
Para abastecerse de agua tenían una fuente a media hora de camino.
La vivienda constaba de siete habitaciones, pozo, horno, prensa y bodega.
Joan y Angelines fueron sus propietarios. Tuvieron una hija: Conchita.
Al fallecer Joan, Angelines se casó con Amado, con el cual tuvo cuatro hijos.
A últimos de los 50 cerraron la puerta de la casa y se marcharon a Barcelona.
27 de septiembre de 2014. Acto de inauguración de la luz eléctrica en El Meüll.
Foto cedida por Mercè Pons
Año 2015. Volvieron a celebrarse bailes en El Meüll. Festa major.