Alrededor de una docena de casas conformaban esta aldea típicamente castellana. Era un barrio de San Pedro de Gaíllos, del que dependían siempre para todo tipo de servicios (oficios religiosos, médico, cartero, escuela, etc..)
Llegaron a tener luz eléctrica aunque de escasa potencia.
Cultivaban trigo y cebada. También eran buenos productores de garbanzos que venían a comprarlos de pueblos de la comarca.
Iban a moler el grano a San Pedro de Gaíllos.
Cada casa tenía su rebaño de ovejas aunque en pequeñas cantidades.
Venían tratantes de Sepúlveda y Cantalejo a comprar los corderos.
Algunos vecinos se desplazaban en enero a la feria de ganado en Cantalejo y en octubre a la de Sepúlveda.
Había por costumbre también la cría de pollos que luego los intercambiaban por aceite y otros productos básicos con los mantequeros que venían de Valleruela, Aldealcorvo y San Pedro.
Para hacer compras iban a la cabecera municipal.
También se desplazaban los viernes a Cantalejo que era día de mercado.
De San Pedro de Gaíllos venía el médico cuando había un enfermo y la situación lo requería.
Las medicinas que hubiera recetado el doctor iban a la farmacia de San Pedro a comprarlas.
Junto a la carretera general esperaba el tío Pedro (de El Barruelo) la correspondencia que venía en el coche de línea y la repartía en San Pedro y sus barrios.
Los niños en edad escolar asistían a la escuela de San Pedro, a mediodía volvían a comer a la aldea y después el mismo trayecto para recibir enseñanza por la tarde.
Aunque participaban de las fiestas de San Pedro de Gaíllos en junio y septiembre, tenían un día que celebraban su sencilla fiesta particular. Se hacía el domingo siguiente a Resurrección que solía ser en abril y era el único día que se abría la ermita para oficiar una misa, se hacía una comida (cordero) con familiares venidos de pueblos de alrededor, terminando con un baile al son de la dulzaina y el tambor de los músicos que venían de San Pedro de Gaíllos (Pedro Matey "el tío Tambores, con sus hijos Isidoro y Agustín).
En 1950 apenas ya residían en Aldealafuente una docena de personas y en los años 60 se produjo la emigración masiva de los vecinos que marcharon en su mayoría a San Pedro de Gaíllos y alguna familia a Madrid, esto fue debido a la mecanización del campo y a las ganas de buscar una mejor calidad de vida. En San Pedro tenían mejores servicios e infraestructuras y desde allí podían seguir yendo todos los días a la aldea a continuar con sus tareas agrícolas y ganaderas.
En el año 1976 se quedó vacío Aldealafuente con la marcha de la última familia, Ricardo (originario del cercano pueblo de Consuegra de Murera) con su mujer y sus dos hijos. Estuvieron unos años viviendo solos en la aldea incluso al final sin luz eléctrica pues la compañía que suministraba la energía en esa época la cortó, argumentando que para una familia no les salía rentable mantener la instalación y ponerla nueva.
Las casas se siguieron utilizando como almacén y apoyo a las tareas agrícolas por los vecinos, pero el expolio y los años de olvido fueron haciendo mella en las edificaciones.
Informante: Antiguo vecino de Aldealafuente (Conversación personal mantenida a la puerta de su casa en San Pedro de Gaíllos).
Visitas realizada en noviembre de 2009 y septiembre de 2024.
Punto y aparte. Quince años después vuelvo a visitar este pequeño barrio de San Pedro de Gaíllos. Tenía curiosidad por ver la evolución que había llevado con el paso del tiempo. Nada más llegar ya percibo cambios. Las edificaciones del lado izquierdo de la carretera según se va a San Pedro han cambiado su fisonomía. Ha llegado la rehabilitación de las viviendas a esta parte de la aldea aún cuando parece que algo se quedó a medias o está sin terminar. Además hay árboles jóvenes donde antes había maleza y vegetación silvestre. Aldealafuente vuelve a la vida, de manera mínima pero vuelve a sentir latido humano en alguna fecha del año. Lo que si echo a faltar es la fuente que estaba en este entorno y enseguida me doy cuenta que la han sepultado bajo un manto de cemento y piedras. Ya dejó de tener uso y se empantanaba el terreno próximo por lo que decidieron hacerla desaparecer.
Por la calle lateral me acerco a ver como esta la ermita de San Antonio. Sigue exactamente igual a como la conocí. Con los muros a medio caer pero aguantando el paso de los años. El enfoscado exterior prácticamente ha desaparecido y hay algo más de maleza en el perímetro exterior así como en el interior pero no son diferencias destacables pese a haber pasado una quincena de años. La solidez de sus piedras permitirá resistir unos cuantos inviernos más a lo poco que queda de ella.
Vuelvo otra vez para el centro neurálgico de Aldealafuente, cruzo la carretera y por la calle principal me dirijo al otro conjunto de edificaciones. Aquí si que no ha llegado la recuperación de ninguna construcción. El desgaste del paso del tiempo se va notando pero tampoco de manera muy alarmante. Se abrieron las puertas, se cayeron varios tejados y algunos muros cedieron pero las casas se mantienen en pie. No es posible acceder al interior de ninguna. Me detengo en la plaza central, más deteriorada en uno de sus laterales por la caída de un muro. Contemplo e imagino un día cualquiera de años atrás con el vecindario sentado aquí a la fresca en las tardes de verano dejando pasar el tiempo, observando a quien pasaba por la calle o recibiendo noticias de alguien que hubiera ido a San Pedro. Ya todo esta marchito y apagado. Sigo por el camino que me llevaría hasta El Rebollar, al cabo de unos doscientos metros me vuelvo sobre mis pasos y entro nuevamente en la calle principal de Aldealafuente. Subo hasta una cercana era de trillar, vuelvo hasta las casas. Me paro un par de minutos a contemplar. El silencio está bien presente salvo cuando pasa algún coche por la carretera que atraviesa la aldea. Poco más hay que ver. Desando la calle observando algún detalle de interés que se me hubiera podido pasar desapercibido en las fachadas pero creo que ya está todo visto en Aldealafuente. Me alegro que una parte del caserío haya recuperado vida y que la otra parte no se haya demacrado en demasía.
PUBLICADO POR FAUSTINO CALDERÓN.
Entrada a la aldea por el camino de Aldearraso.
Entrada a la aldea por el camino de El Rebollar.
La ermita de San Antonio, sus muros aguantan como pueden. La imagen del santo se conserva en la iglesia de San Pedro de Gaíllos.
Calle de Aldealafuente.
Pequeña plazuela de Aldealafuente, lugar de reunión de los vecinos, las mujeres se sentaban a coser y a hablar en el carasol de la fachada derecha, la fachada de la izquierda servía de improvisado frontón para los jóvenes, también aquí se celebraba el baile el día de la fiesta. De frente la ultima vivienda que se cerró en la aldea que contaba con un patio interior que la preservaba de la calle.
La fuente.
Vivienda en aparente buen estado que se siguió usando como almacén agrícola, con puerta carretera a la derecha para permitir el paso de los carros que daba acceso a los corrales y las cuadras.
Vivienda.
Al abrir la puerta.
Calle de la aldea.
Viviendas.
Típica puerta castellana de madera con doble hoja y tachonada con clavos de cabeza redonda.
Inscripción en el dintel:
Por Blas Bravo y Casimira García año 1908
Año 2024. Vista de conjunto de diversas viviendas. El desgaste producido por el paso de los años va haciendo mella en las edificaciones.
Era de trillar.
Hola Faustino, muy interesante este tema y difícil encontrar información acerca de estos despoblados. Sería de gran utilidad adjuntar la ubicación vía mapas para poder localizar y visitar estos pueblos, a mí particularmente me encantaría. Me llamo Rubén y soy de la provincia de Segovia. En el término municipal de Riaza hay varios despoblados en la zona próxima al límite con las provincias de Soria y Guadalajara.
ResponderEliminarUn saludo,
Rubén
Hola Ruben.
EliminarAl principio de crear el blog tenía un mapa de cada despoblado y una indicación de como llegar a ellos, pero empezaron a llegar preguntas muy sospechosas de dudosas intenciones: que si en los interiores de las casas había cosas de interés, que si se podía llegar con furgoneta hasta el pueblo, que si había fuente con agua cerca, estas y otras por el estilo me hicieron pensar en la conveniencia de no facilitar el acceso a estos pueblos.
Hoy día con google todo se puede saber y el que tenga interés en llegar a un determinado pueblo buscara la información correcta y necesaria para hacerlo. Yo además facilito a todo el que me escriba al correo electrónico la manera de llegar a cada uno de estos lugares.
Así es, en la comarca de Riaza hay varios despoblados, aunque algunos ya casi han dejado de serlo puesto que han tenido una rehabilitación muy completa aunque sea para lugar de segunda residencia.
Espero darme una vuelta por allí próximamente.
Gracias por el comentario y por el apunte.
Un cordial saludo.
Además de Aldealafuente, San Pedro de Gaillos tiene otros tres despoblados: Aldearraso, Ventosilla y el Barruelo (de este último no queda nada, salvo la fuente), de los otros dos aún quedan casas en pie.
ResponderEliminarSaludos
Así es. No he estado nunca en lo que queda de El Barruelo pero si conozco los otros dos que mencionas.
EliminarGracias por dejar tu comentario.
Saludos.