Chiriveta es un pueblo situado en los confines de la Ribagorza, en el límite con la provincia de Lleida. Perteneciente en la actualidad al municipio de Viacamp-Litera.
Unas diez viviendas componían este núcleo que padecía un aislamiento muy acentuado como todos los de la parte aragonesa de la sierra del Montsec, con malos caminos de caballería hacia Puente de Montañana y Litera, sus dos salidas más naturales.
En 1940 alcanzó su mayor censo poblacional con 93 habitantes viviendo en el pueblo. Veinte años después la cifra se había reducido a 33 y diez años más tarde (1970) ya solo eran 7 las personas que daban vida a Chiriveta.
Barranc de Santa Cecilia
Barranc dels Carants
Camí de Litera
Camí de Mongay
Camí dels Masos
Comanegra
El Pllanell
L´Almunya
L´Ansonella
L´Arner de Capdevila
L´Obaga
La Colomina
La Coma de Borrás
La Font del Molló
La Llaneta
La Montrabeia
La Paül
La Perereta
La Rourera del Mas
La Serra
La Solaneta del Mas
La Vinya de Jona
Las Pllanas de Borrás
Las Pllanas de Sarramona
Lo Castell de Borrás
Lo Castell de Sarramona
Lo Cllot de la Bassa del Mas
Lo Grauet
Lo Maset
Lo Molló de Capdevila
Lo Pradet del Mas
Lo Rosell del Mas
Lo Tossal
Lo Trullet
Los Carants
Los Santperes
Pas de la Cllua
Penagua
Rourereta
Solana de Sant Martí
Vallfuró
**Son algunos topónimos de lugares comunes de Chiriveta que quedaran para siempre en el recuerdo de las gentes que habitaron el pueblo**
Aprovechaban las tierras con el cultivo de trigo y cebada, además de algunas viñas.
Iban a moler el grano a la harinera de Puente de Montañana.
En la ganadería era la oveja el animal que predominaba.
Se desplazaban a Puente de Montañana para realizar compras.
Hubo cura residente en Chiriveta, después de la guerra civil venía desde el Puente de Montañana a oficiar los actos religiosos.
De el Puente también venía el médico cuando se le requería, aunque en muchas ocasiones era al practicante al que se le solicitaba. Una persona con muchos conocimientos de medicina y de enfermedades comunes.
Agustín el cartero residía en Chiriveta. Iba al Puente a llevar y traer la correspondencia y la repartía en su pueblo y en Mongay.
Celebraban dos fiestas al año. La fiesta grande para la Asunción en agosto, donde hacían misa y romería a la ermita de Nuestra Señora del Congost. Se acostumbraba a matar un cordero en cada casa para la ocasión. Se hacia baile en la plaza animado por un acordeonista del Pallars Jussà.
Acudía la juventud de Litera y Mongay, también venían algunos del Puente.
La fiesta pequeña era el tercer domingo de septiembre.
En la década de los 50 y primeros de los 60 se produjo la emigración masiva de los chirivetanos, debido al aislamiento anteriormente mencionado, y la búsqueda de un futuro mejor en las ciudades, así como el cierre de la escuela perjudicó a las ultimas familias que residían en el pueblo, al tener que mandar a sus hijos a estudiar fuera, decidieron irse con ellos. La gente marchó principalmente a Barcelona y Lleida, alguna familia a Alguaire y a Tamarite de Litera.
Después de partir los de Casa Borrás en los primeros años 70, se quedó la familia de Casa Sarramona como únicos habitantes del pueblo durante todos estos años. Originariamente eran de casa Ventura pero con el tiempo se trasladaron a esta casa. Ellos fueron el matrimonio formado por Ramón Turmo y Margarita Bonet (natural del Mas de Chiquet en L´Estall), además del hijo habido del matrimonio: Ramón. Con el fallecimiento del cabeza de familia en 1998, su viuda se fue a vivir a la residencia de la tercera edad en Benabarre quedándose el hijo Ramón como el único habitante de Chiriveta hasta el año 2011 en que cerró casa Sarramona y se fue a vivir a Benabarre.
**Deshabitado desde 2011**
Informante: Antiguo vecino de Chiriveta (Conversación personal mantenida a la puerta de su casa).
Visitas realizadas en noviembre de 2009, septiembre de 2014, mayo de 2019 y mayo de 2022.
Punto y aparte. Aprovechando que estoy por la zona y tengo un par de horas libres hago mi cuarta visita a Chiriveta en este día primaveral de 2022.
La mañana es fresca, el sol está presente. Nada más llegar veo que todo sigue igual. Ya no hay presencia humana en Chiriveta. Atrás quedan los momentos en que compartí tiempo y conversación delante de casa Sarramona con los dos últimos amos de la casa: Ramón Turmo, padre e hijo. Con el primero en los años 90 y con el segundo en el año 2009 cuando este ya me dejo ver que su presencia diaria en Chiriveta no se iba a demorar por mucho tiempo. Ya tenía previsto dejar el modo de vida que había llevado hasta entonces con el ganado e iniciar una nueva etapa de su vida en Benabarre.
La vegetación ha crecido en algunas partes al estar en plena primavera y ya se hace dificultoso moverse por las casas que están en la parte alta del pueblo. Aún así me muevo por allí en busca de nuevos detalles que se me pasaran por alto en mis anteriores visitas. Sigue igual Puianer y Capdevila. Paso junto a las ruinas de casa Borrás y me encamino a la plaza. Aquí si que sigue todo inalterable, el tiempo detenido, la iglesia con su bonita fachada manteniendo todavía su intimidad interior, lo mismo que la escuela, de frente ese extraño mamotreto generador de electricidad que pone una nota discordante en el lugar. Otro tanto le sucede al remozado de alguna fachada que se quedó a medias y que guarda consonancia con las que también se quedaron a medio construir en el cercano pueblo de Mongay. Dudo entre acercarme nuevamente a la fuente y a la más lejana ermita del Congost pero como quiera que no creo que me aporte nada nuevo a como las vi en mi anterior visita desisto de hacerlo.
Bajo unos metros por el camino de Mongay pero por la posición del sol no consigo visualizar encuadres fotográficos que mejoren a los que ya tengo así que me vuelvo hacía el pueblo. Me parece oír un ruido lejano de motor, pero todo se queda en una falsa alarma, si algún vehículo andaba por los alrededores tomaría otro rumbo, no aparece por Chiriveta. No veré a nadie durante mi estancia en el pueblo. El silencio es absoluto.
Una era de trillar que tanto me gustó en mis primeras visitas está cercada y no se puede acceder a ella, continuo por el vial que pasa junto a las edificaciones, me entretengo en leer algunos paneles informativos, contemplo la escuela por su parte trasera, me adentro otra vez en la plaza, me sitúo junto a la iglesia. Poco más me queda ya por hacer en Chiriveta así que doy por finalizada mi visita y me marcho de este pueblo donde tuve la compañía años atrás de sus últimos moradores y hoy solo me acompaña la soledad y el silencio.
PUBLICADO POR FAUSTINO CALDERÓN.
Año 2009. Entrada al pueblo viniendo por el camino de Mongay.
Año 2009. Escuela de Chiriveta. Acudían también a ella los niños de las masías cercanas y los del pueblo de Mongay, los cuales realizaban un trayecto de una hora y media desde su pueblo para asistir a clase. La planta de arriba era la casa de la maestra. A la derecha, lo que se ve abierto era la pequeña oficina de correos.
Año 2019. Fachada trasera de la escuela y de la casa de la maestra.
Año 2009. Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Piedad.
Año 2024. Interior de la iglesia. El desplome del tejado deja herida de muerte a la parroquial de Chiriveta. Púlpito. Altar Mayor.
Año 2009. Casa Juan. Era de trillar. Bordas. Al fondo la escuela.
Año 2009. Casa Borrás, la más pudiente del pueblo. Se marcharon para Lleida en 1966.
Año 2009. Casa Sarramona, Casa Puianer y Casa Capdevila sobre un montículo en la parte alta del pueblo.
Año 2014. Casa Sarramona, la última que se cerró en Chiriveta.
Año 2014. Pilaret de Santa Waldesca, situado a 300 metros del pueblo.
Año 2009. Impresionante ubicación de la ermita románica de Nuestra Señora del Congost en un cantil sobre el Noguera Ribagorzana. Se encuentra situada a cuarenta minutos de Chiriveta.
Año 2009. Interior de la ermita, fue restaurada en 1996. La talla original de la Virgen se encuentra en la parroquia de Puente de Montañana.
Unas diez viviendas componían este núcleo que padecía un aislamiento muy acentuado como todos los de la parte aragonesa de la sierra del Montsec, con malos caminos de caballería hacia Puente de Montañana y Litera, sus dos salidas más naturales.
En 1940 alcanzó su mayor censo poblacional con 93 habitantes viviendo en el pueblo. Veinte años después la cifra se había reducido a 33 y diez años más tarde (1970) ya solo eran 7 las personas que daban vida a Chiriveta.
Barranc de Santa Cecilia
Barranc dels Carants
Camí de Litera
Camí de Mongay
Camí dels Masos
Comanegra
El Pllanell
L´Almunya
L´Ansonella
L´Arner de Capdevila
L´Obaga
La Colomina
La Coma de Borrás
La Font del Molló
La Llaneta
La Montrabeia
La Paül
La Perereta
La Rourera del Mas
La Serra
La Solaneta del Mas
La Vinya de Jona
Las Pllanas de Borrás
Las Pllanas de Sarramona
Lo Castell de Borrás
Lo Castell de Sarramona
Lo Cllot de la Bassa del Mas
Lo Grauet
Lo Maset
Lo Molló de Capdevila
Lo Pradet del Mas
Lo Rosell del Mas
Lo Tossal
Lo Trullet
Los Carants
Los Santperes
Pas de la Cllua
Penagua
Rourereta
Solana de Sant Martí
Vallfuró
**Son algunos topónimos de lugares comunes de Chiriveta que quedaran para siempre en el recuerdo de las gentes que habitaron el pueblo**
Aprovechaban las tierras con el cultivo de trigo y cebada, además de algunas viñas.
Iban a moler el grano a la harinera de Puente de Montañana.
En la ganadería era la oveja el animal que predominaba.
Se desplazaban a Puente de Montañana para realizar compras.
Hubo cura residente en Chiriveta, después de la guerra civil venía desde el Puente de Montañana a oficiar los actos religiosos.
De el Puente también venía el médico cuando se le requería, aunque en muchas ocasiones era al practicante al que se le solicitaba. Una persona con muchos conocimientos de medicina y de enfermedades comunes.
Agustín el cartero residía en Chiriveta. Iba al Puente a llevar y traer la correspondencia y la repartía en su pueblo y en Mongay.
Celebraban dos fiestas al año. La fiesta grande para la Asunción en agosto, donde hacían misa y romería a la ermita de Nuestra Señora del Congost. Se acostumbraba a matar un cordero en cada casa para la ocasión. Se hacia baile en la plaza animado por un acordeonista del Pallars Jussà.
Acudía la juventud de Litera y Mongay, también venían algunos del Puente.
La fiesta pequeña era el tercer domingo de septiembre.
En la década de los 50 y primeros de los 60 se produjo la emigración masiva de los chirivetanos, debido al aislamiento anteriormente mencionado, y la búsqueda de un futuro mejor en las ciudades, así como el cierre de la escuela perjudicó a las ultimas familias que residían en el pueblo, al tener que mandar a sus hijos a estudiar fuera, decidieron irse con ellos. La gente marchó principalmente a Barcelona y Lleida, alguna familia a Alguaire y a Tamarite de Litera.
Después de partir los de Casa Borrás en los primeros años 70, se quedó la familia de Casa Sarramona como únicos habitantes del pueblo durante todos estos años. Originariamente eran de casa Ventura pero con el tiempo se trasladaron a esta casa. Ellos fueron el matrimonio formado por Ramón Turmo y Margarita Bonet (natural del Mas de Chiquet en L´Estall), además del hijo habido del matrimonio: Ramón. Con el fallecimiento del cabeza de familia en 1998, su viuda se fue a vivir a la residencia de la tercera edad en Benabarre quedándose el hijo Ramón como el único habitante de Chiriveta hasta el año 2011 en que cerró casa Sarramona y se fue a vivir a Benabarre.
**Deshabitado desde 2011**
Informante: Antiguo vecino de Chiriveta (Conversación personal mantenida a la puerta de su casa).
Visitas realizadas en noviembre de 2009, septiembre de 2014, mayo de 2019 y mayo de 2022.
Punto y aparte. Aprovechando que estoy por la zona y tengo un par de horas libres hago mi cuarta visita a Chiriveta en este día primaveral de 2022.
La mañana es fresca, el sol está presente. Nada más llegar veo que todo sigue igual. Ya no hay presencia humana en Chiriveta. Atrás quedan los momentos en que compartí tiempo y conversación delante de casa Sarramona con los dos últimos amos de la casa: Ramón Turmo, padre e hijo. Con el primero en los años 90 y con el segundo en el año 2009 cuando este ya me dejo ver que su presencia diaria en Chiriveta no se iba a demorar por mucho tiempo. Ya tenía previsto dejar el modo de vida que había llevado hasta entonces con el ganado e iniciar una nueva etapa de su vida en Benabarre.
La vegetación ha crecido en algunas partes al estar en plena primavera y ya se hace dificultoso moverse por las casas que están en la parte alta del pueblo. Aún así me muevo por allí en busca de nuevos detalles que se me pasaran por alto en mis anteriores visitas. Sigue igual Puianer y Capdevila. Paso junto a las ruinas de casa Borrás y me encamino a la plaza. Aquí si que sigue todo inalterable, el tiempo detenido, la iglesia con su bonita fachada manteniendo todavía su intimidad interior, lo mismo que la escuela, de frente ese extraño mamotreto generador de electricidad que pone una nota discordante en el lugar. Otro tanto le sucede al remozado de alguna fachada que se quedó a medias y que guarda consonancia con las que también se quedaron a medio construir en el cercano pueblo de Mongay. Dudo entre acercarme nuevamente a la fuente y a la más lejana ermita del Congost pero como quiera que no creo que me aporte nada nuevo a como las vi en mi anterior visita desisto de hacerlo.
Bajo unos metros por el camino de Mongay pero por la posición del sol no consigo visualizar encuadres fotográficos que mejoren a los que ya tengo así que me vuelvo hacía el pueblo. Me parece oír un ruido lejano de motor, pero todo se queda en una falsa alarma, si algún vehículo andaba por los alrededores tomaría otro rumbo, no aparece por Chiriveta. No veré a nadie durante mi estancia en el pueblo. El silencio es absoluto.
Una era de trillar que tanto me gustó en mis primeras visitas está cercada y no se puede acceder a ella, continuo por el vial que pasa junto a las edificaciones, me entretengo en leer algunos paneles informativos, contemplo la escuela por su parte trasera, me adentro otra vez en la plaza, me sitúo junto a la iglesia. Poco más me queda ya por hacer en Chiriveta así que doy por finalizada mi visita y me marcho de este pueblo donde tuve la compañía años atrás de sus últimos moradores y hoy solo me acompaña la soledad y el silencio.
PUBLICADO POR FAUSTINO CALDERÓN.
Año 2009. Entrada al pueblo viniendo por el camino de Mongay.
Año 2019. La plaza de Chiriveta.
Año 2009. Escuela de Chiriveta. Acudían también a ella los niños de las masías cercanas y los del pueblo de Mongay, los cuales realizaban un trayecto de una hora y media desde su pueblo para asistir a clase. La planta de arriba era la casa de la maestra. A la derecha, lo que se ve abierto era la pequeña oficina de correos.
Año 2019. Fachada trasera de la escuela y de la casa de la maestra.
Año 2009. Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Piedad.
Foto cedida por Pablo C. Díaz
Año 2024. Interior de la iglesia. El desplome del tejado deja herida de muerte a la parroquial de Chiriveta. Púlpito. Altar Mayor.
Año 2019. La abadía.
Año 2009. Escuela e iglesia.
Año 2009. Casa Teixidó.
Año 2009. Casa Juan. Era de trillar. Bordas. Al fondo la escuela.
Año 2009. Casa Borrás, la más pudiente del pueblo. Se marcharon para Lleida en 1966.
Año 2009. Prensa de vino de Casa Borrás.
Año 2009. Casa Sarramona, Casa Puianer y Casa Capdevila sobre un montículo en la parte alta del pueblo.
Año 2014. Casa Sarramona, la última que se cerró en Chiriveta.
Año 2009. Casa Puianer, mampostería en estado puro.
Año 2009. La fuente de Chiriveta.
Año 2014. Pilaret de Santa Waldesca, situado a 300 metros del pueblo.
Año 2009. Impresionante ubicación de la ermita románica de Nuestra Señora del Congost en un cantil sobre el Noguera Ribagorzana. Se encuentra situada a cuarenta minutos de Chiriveta.
Año 2009. Interior de la ermita, fue restaurada en 1996. La talla original de la Virgen se encuentra en la parroquia de Puente de Montañana.
Muy guapas las fotos de Chiriveta,me alegra que te gustase;déjame añadir por lo que me toca en proximidad,que el entorno es precioso,y muy digno de hacer una visita.
ResponderEliminarUna curiosidad:a 800 metros más allá de Chiriveta,existe un antiguo camino enlosado,que nos hará alcanzar la cota de un cerro denominado "El Mas";donde hay varias edificaciones sólo usadas por pastores.Dicho camino,está flanquedado por sendos muros de "opus spicatum",y debe de ser antiquísimo,según lo ví yo en su día.Podemos verlo desde el visor Sigpac,donde se aprecia como parte de la pista totalmente recto hasta lo alto del cerro.
Un abrazo.
Me ha encantado la última foto, es de libro.
ResponderEliminarMaravilloso pueblo, como muy bien sabes tuve el placer de visitarlo por primera vez recientemente y esta practicamente igual.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola a todos!
ResponderEliminarCierto es que Chirivieta, montgai... son lugares maravillos, pero la proxima vez que visitéis la zona, no os olvideis de los que están en la cara sur de la sierra: L'Estall, donde la historia de Santiago Pena os sobrecojerá, Finestras y su gran muralla china, Fet... y por supuesto Montfalcó, enclave privilegiado de la sierra, encarado completamente al congost de Montrebei y sobre Canelles.
Son visita obligada, también os recomiendo el albergue de montaña que se encuentra allí, Casa Batlle (la única casa que queda en pié y hoy en día convertida en refugio)
http://www.guiasdelmontsec.es/casa-batlle.html
Gracias y un fuerte abrazo!
Toño.
Me encanta saber que hsy un pueblo con ese nombre.yo me apellido chirivete y a veces me dicen CHIRIVETA.me gustaria ir alguna vez.
ResponderEliminares una pena que se hayan perdido estos pueblos,yo soy hijo de montañana
ResponderEliminarhace años que me marche,pero en verano siempre vamos a pasar el dia y comer.
el sábado pasé por chiribeta, yo ni sabía que existía, íbamos a cazar el jabalí en mongay y pasamos por allí. Vi que el pueblo está en ruina, solo vi dos casas restauradas, la demás todas al suelo, y parece que hace ya muchos años por que en algunas había unos árbloes bien crecidos, saludos, espero volver a estar a este pueblo mínimo otra vez en mi vida ya que me apasionó, el hecho de vivir en un lugar tan aislado del mundo tiene su mérito
ResponderEliminarPues mas me encanta a mi, que soy de Chiriveta, unos parajes de ensueño, en primavera es precioso, todo verde, los riachuelos llevan agua, los pájaros cantan dia y noche, el dia se hace mas largo y soleado, las vistas maravillosas, eso sí un poco abandonado, aunque a lo mejor ese es el encanto, solo, tranquilo y silencioso, un pueblo medieval de lo mejor de la comarca, con sus lindes, caminos y huertos ballados con paredes de piedra, cuando yo nací parecia un belen, todo conservado, piedra que se caia, priedra que se reponia, los huertos estaban a rebosar, con árboles frutales por doquier, las conservas, adobos, legumbres, animales de corral, jamon, cordero y buen vino casero eran nuestro sustento, apenas se necesitaba reponer con productos externos, salvo la sal los arengues, platanos, sopas etc. - yo por suerte aún poseo una de las pocas casas restauradas, para disfrute de sus paisajes y añoranza de los viejos tiempos.
ResponderEliminarSi verdaderamente es uno de los lugares existente en la denominada zona de la Franja, donde parece que el tiempo se haya quedad estacado, su naturaleza y su entorno aun virgen, su caminos vallados con piedras y sus vistas son maravillosas.
EliminarVisito es te pueblo varias veces durante el años, es un lugar excelente para despejar los trajines de la ciudad.
Aconsejo visitar el castillo y la ermita de Ntra. Sra., del Congost y para aquellos mas atrevidos y sin vértigo les aconsejo que hagan el "Pass la LLua", disfrute gratuito y con una vistas maravillosas de "L'estret de Monrebei" y la coba del Maquí..
Saludos
Bien hay que felicitar al,Sr. Faustino Caldero, por su aportación, tanto en sus comentarios como sus fotos, son únicas y extraordinarias. Aunque debo corregir al Sr. Caldero en algunos de sus comentario, puesto que comenta que el pueblo se quedo vacío a partir de los 70s y 80s, no siendo así, pues la penúltima familia que abandono el pueblo, fueron los de Casa Borras y estos se marcharon hacia Lleida, en el verano de 1966, quedado únicamente en el pueblo la familia de Casa Ventura, los cuales han residido en el pueblo hasta el 2007, y desde entonces, el único perteneciente a esa familia vive en Benabarre.
ResponderEliminarEl abandono de este pueblo comenzó mediados del siglo pasado hacia los años 50, por las causa que sufrieron otros igual de esa comarca y otras. Todo lo que el pueblo hoy guarda de belleza y encanto, en tiempos pasados fue todo lo contrario pobreza y mucha miseria y esa fue la única realidad del abandono, pero este abandono lo sufrieron otros como; Mongai, Lestall, Litera, Montfalco, Finestres y otros,
Riba
Corregidos quedan los errores en las fechas.
EliminarGracias Geni por los nuevos datos que aporta sobre Chiriveta y en concreto sobre Casa Borrás.
No acabo de entender lo de Casa Ventura como la última casa que se cerró en el pueblo, según mis datos es Casa Sarramona, como así me lo contó Ramón cuando estuve allí en 2009, donde ya solamente vivía él en el pueblo aunque con intención de marchar próximamente.
¿Sería la misma casa pero con dos nombres distintos al transcurrir de los años?
Gracias por dejar su comentario.
Saludos.
Hola todos y Hola Faustino Calderón ,
ResponderEliminarme gustaria saber mas sobre los masos de dalt, las casas a 1km de Chiriveta. historias, ultimos vecinos ?
Hola Berre. No te puedo aportar ninguna información sobre lo que preguntas. No indagué en su tiempo sobre ello. Quizá si algún antiguo vecino de Chiriveta lee tu petición te pueda aportar alguna información relevante.
EliminarUn cordial saludo.
Hola Faustino, tras leer tu blog fuimos a Chiriveta a pasar la tarde y tuvimos la grata sorpresa de que está habitado el pueblo. No te puedo dar detalles de las familias que lo habitan porque no hablamos con nadie, pero vimos la casa que está en un montículo con actividad, gente, ropa tendida, coches, etc
ResponderEliminarEn una casa cercana a la escuela había un coche y también parecía habitada.
Así que parece que ha revivido!
Otro detalle que nos sorprendió era que al anochecer se encendieron las farolas del pueblo.
Hasta pronto! Erika
Hola Erika.
EliminarBuenas noticias me das de que Chiriveta tiene un mínimo soplo de vida aunque sea solamente en temporada veraniega.
La casa que está situada a más altura en el pueblo siempre ha estado bien conservada con síntomas de recibir visitas de manera temporal, aunque yo las veces que he estado en Chiriveta nunca he coincidido con ellos.
Creo que en este pueblo se dan diversos condicionantes para que pueda ir levantando el vuelo aunque sea de manera muy lenta.
Ya veremos.
Gracias por dejar tu comentario.
Un cordial saludo.